Hace un año se dio inicio a la construcción del Museo Arqueológico Nueva Esperanza (MANE), Transmisora Colombiana de Energía (TCE) y la Universidad Minuto de Dios. Luego de un buen tiempo de espera, con una gran variedad de piezas arqueológicas, el Mane reabrirá sus puertas.El MANE estará ubicado al interior del Agroparque Sabio Mutis entre los municipios de La Mesa y Tena, en Cundinamarca. Allí se exhibirá una colección conformada por objetos en arcilla cocida (cerámica), restos óseos humanos y animales, además de artefactos en piedra, hueso y metal transformados en diversos elementos que se usaban cotidianamente en tiempos prehispánicos que se remontan al período Herrera (400 a.C.) hasta el muisca tardío (1.600 d.C.).“Conocer nuestra historia es relevante para proyectarnos al futuro: esta es una labor que requiere de experticia y de un trabajo conjunto”, dijo Vinicius Andrade, director de Transmisora Colombiana de Energía. Por su parte, el rector general de la Universidad Minuto de Dios, dijo que su institución se comprometía con la protección de este hallazgo, que se conectaba con su misión de “tener presente el ayer para transformar el mañana”.Según los encargados de la construcción y funcionamiento de este nuevo recinto cultural, esto permitirá involucrar objetivos e impulsar el proyecto arqueológico “Compartimos una misma historia” con el fin de que todos los ciudadanos se involucren para promover, proteger y divulgar el origen de nuestra riqueza cultural y arqueológica.Por otro lado, además de resguardar las piezas encontradas, este museo continuará con las investigaciones de material arqueológico recuperado en la excavación arqueológica realizada por Transmisora Colombiana de Energía (TCE).Por parte del Ministerio de Cultura, este le concedió a la Corporación Universitaria Minuto de Dios la administración de este lugar, teniendo en cuenta su idoneidad cultural, científica y académica. Y, un dato sobre esta nueva instalación cultural, la primera piedra, con la que se dio inicio a la construcción, fue llevada desde el emblemático e histórico Salto de Tequendama.La ANI, la Agencia Nacional de Infraestructura, recientemente realizó una investigación sobre piezas arqueológicas, las cuales fueron descubiertas en los proyectos 4G. Dentro de este descubrimiento lograron llegar a 2.487.469 hallazgos localizados en aproximadamente en 420 sitios arqueológicos, donde se han recuperado vasijas, hachas, fragmentos cerámicos, piezas completas, líticos, orfebrería, elementos óseos humanos y de fauna, entre otros.Los corredores viales que registran mayores hallazgos son Perimetral de Oriente de Cundinamarca, con aproximadamente 1.025.003 piezas, donde ha sido evidente el buen estado de conservación de los elementos recuperados en zonas que fueron habitadas por diferentes grupos humanos en distintas épocas. En este proyecto se localiza uno de los sitios más importantes para el país por su excepcionalidad y antigüedad, en lo que hoy es la ruta entre los municipios de Sesquilé y Cáqueza.Tras conocer el alto número de piezas arqueológicas se decidió que el destino final de todos estos elementos arqueológicos es muy variado, pero siempre busca un mismo propósito: asegurar su protección y conservación. Por esto, con el aval del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y luego de realizar los análisis necesarios, se ha podido lograr que, mediante las concesiones de la ANI, este patrimonio arqueológico se destine a museos, casas de la cultura, universidades y alcaldías, entre otras.SEGUIR LEYENDO:Una fábrica para ‘construir’ y desarrollar más la culturaComunicando para unir y uniendo para comunicar
