¿Dónde está el enemigo?

Julio Aro y Jeoffrey Cardozo podrían haber sido amigos entrañables antes de la guerra de las Malvinas, como lo son ahora, pero si se hubiesen encontrado frente a frente, en el campo de batalla alguno de los 74 días que duró el enfrentamiento bélico entre la Argentina y Gran Bretaña, tal vez se habrían matado.Asesinar a otro en tiempos de paz se paga con muchos años de prisión y hasta cadena perpetua. Pero la opción suele ser de hierro en pleno combate: matar o morir.Este sábado se cumplen 40 años de aquellos acontecimientos y, por eso, Hablemos de otra cosa, el programa que conduzco por LN+, los invitó a Julio y Jeoffrey a visitar el Museo de las Malvinas e islas del Atlántico Sur para hablar desde allí de las guerras en general, de aquella en particular, y del trabajo que hicieron en conjunto para identificar a los cuerpos de soldados argentinos enterrados en el cementerio de Darwin.El británico, de cuyo pecho pende un prendedor que entrelaza la bandera de su país y la nuestra, tuvo allí una sensación extraña: le llamó la atención no toparse en su recorrida con fotos de soldados británicos, como si las hay de tropas argentinas en el Museo Imperial de la Guerra, de Londres.Pablo SirvénTemasNota de OpinionConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de OpiniónMalvinas: dialogar y acercarse a los isleños podría ser el camino necesarioVerdadero o fake, Beliz, los héroes olvidadosHistorias de Malvinas. Viaje al fondo de los mares del Sur, entre torpedos enemigos

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