Hay directores que dejan una huella importante en la escena teatral, pero son silenciosos, prefieren “hacer” a que su nombre o su foto aparezca en los medios o en una marquesina. María Esther Fernández, incansable creadora en el teatro independiente porteño era así. Siempre tenía lista una caricia, una sonrisa, una palabra de aliento, y un arsenal de sabiduría para poner en escena. Pero fue silenciosa. Y así se fue físicamente hoy, a los 90 años. Llevó adelante una amplia y destacada labor en el ámbito del teatro durante seis décadas.Egresó de la Escuela Nacional de Arte Dramático. Como actriz, trabajó en las compañías de Alfredo Alcón y María Rosa Gallo, integró el elenco del Teatro San Martín. Fue dirigida por Margarita Xirgu en Yerma; por Carlos Gorostiza, en Rashomon; por Osvaldo Bonet, en Orfeo desciende; y por Ernesto Bianco, en Amoretta.Desde 1963 hasta 1969 trabajó en Canal 7 en los ciclos Dos en la ciudad, María, yo y ustedes y Teatro universal.Como docente, su labor fue muy extensa. Se inició dictando cursos de arte dramático en 1963; trabajó en la Escuela Nacional de Arte Dramático, el Colegio Nacional Buenos Aires, la Escuela de Técnicas Teatrales (Inteart) de Saulo Benavente. Fue una de las profesoras fundadoras del Conservatorio de Arte Dramático de San Miguel de Tucumán y la fundadora de T.A.L. (Taller Actoral Libre), donde desarrolló su tarea docente durante más de cuatro décadas. También fue la directora del Teatro Municipal de Necochea, entre 1975 y 1978.Despedimos con gran pesar a nuestra afiliada, la actriz, directora y docente María Esther Fernández. Llevó adelante una amplia y destacada labor en el ámbito del teatro durante seis décadas. Abrazamos a sus familiares y seres queridos, acompañándolos en este momento de tristeza. pic.twitter.com/8Ri2T4Ps9w— Asociación Argentina de Actores (@actoresprensa) May 19, 2022
Se inició en la dirección teatral en 1975. Entre los espectáculos que presentó se encuentran notables puestas de Nuestro fin de semana, Espíritu travieso, La noche de los asesinos, La depresión, La coronela, Yo, Alfonsina, Clase abierta, La chalequera, Poeta en Nueva York, Nuestra América, Canciones para mirar, Un enemigo del pueblo, El mundo de María Elena, Pasión coraje, Me llamo Roberto Arlt, Patrimonio de la humanidad, Pan de piedra, El llamado, Mujeres de harina, Vernissage, Miguel Hernández, mi marido, Mirando pasar los trenes, entre muchos otros títulos.En 2013, la Asociación Argentina de Actores le entregó la medalla por sus 50 años de afiliada, en el marco de la ceremonia de los Premios Podestá en el Salón Azul del Congreso Nacional.Durante mucho tiempo, la labor teatral de María Esther Fernández tuvo su sede en su amada sala: El Búho, creada por ella y Nathán Cusnir.“En momentos críticos en los que la cultura parecería estar en un segundo plano, nos reunimos con el deseo de hacer nuestro aporte para que ella permanezca en el lugar que toda sociedad merece”, dijo la directora como consigna. El 18 de agosto de 2003 se inauguró El Búho en una jornada memorable porque se abría un nuevo espacio y, también, porque María Rosa Gallo y Alejandra Boero acompañaban a su amiga Fernández en el momento de concretar un gran sueño. Ubicada en Tacuarí 215, en el corazón de Monserrat, en medio de edificios de oficina y bancos, la sala cerró sus puertas en enero de 2015 y consternó a todo el ámbito teatral. En un breve comunicado divulgado por sus directores, se aclaró: “Si bien la decisión nos excede –porque los dueños del local decidieron vender la propiedad en la que funcionaba el teatro–, estamos felices de poder cerrar un gran ciclo que superó ampliamente nuestras expectativas iniciales. En este sentido, nos vamos satisfechos de haber podido promover, capacitar, desarrollar e investigar en las distintas expresiones culturales”.El Búho mantuvo siempre una programación muy cuidada que combinaba teatro, música, cine, fotografía, y por su escenario pasaron una combinación de artistas con fuerte trayectoria y de jóvenes creadores. Fue, además, un espacio que funcionó como escuela de actuación, donde se capacitaron muchos intérpretes de la mano de la gran actriz María Esther Fernández, una mujer con una profunda sabiduría. Allí estrenó, entre muchas otras puestas: Chabuca, Eladia y Violeta, Monserrat, mito y misterio, Pasión y coraje, El tango y su gente, Ciudad y tango, Tuñón y su mundo, Viento sur, Pan de piedra y Mujeres del bicentenario.Uno de sus últimos montajes fue La casa silenciada, en 2018, en el Centro Cultural 25 de Mayo, un contundente unipersonal con Mónica Villa sobre Isabel de Guevara. Era un texto de Alicia Muñoz, dramaturga de la cual dirigió muchas obras.Su partida se hizo notar durante todo el día en las redes sociales por sus cientos de alumnos (muchos de ellos, artistas ya consagrados), amigos, espectadores y artistas que fueron dirigidos por ella o representaron sus obras en El Búho.Carlos PachecoTemasTeatroTriste noticiaAlfredo AlcónConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de TeatroEstrenos de teatro. Una casa llena de agua, conflicto y tensión en un gran monólogoEstrenos de teatro. Prórroga para una despedida, una obra costumbrista sobre la muerte inesperadaEstrenos de teatro. Caturno, un lugar donde los desolados van en busca de amparo