Lo que arranca con un simple paseo por el campo acaba convertido en la visita a un escenario dantesco. Aparentemente, es un bosque más de los muchos que rodean Kiev, pero este acabó convertido en la zona cero de la humillación rusa. Las tropas del Kremlin no solo no lograron tomar la capital de Ucrania tras la invasión del 24 de febrero, sino que en la noche del 27 de marzo fueron víctimas de un feroz ataque. A las 11 de la noche, según algunos vecinos, el ejército local destruyó desde el aire y con artillería parte del enorme campamento que el invasor había desplegado entre las localidades de Bucha y Borodianka.Seguir leyendo