“Objetivamente está secuestrado porque el juez lo ha determinado. Objetivamente están estos 19 tripulantes (retenidos) sin que aparentemente tengan qué reprochárseles, efectivamente hay una sensación en el pueblo venezolano de esa injusticia”, afirmó esta mañana Oscar Laborde, embajador argentino en Venezuela. Así mostró su postura respecto del avión iraní-venezolano varado en Ezeiza desde principios de junio, luego de que llegara una denuncia de que en él viajaban personas que estarían vinculadas con el terrorismo internacional.Asimismo, detalló que debido a los acontecimientos de los últimos días “queda claro que hay una intención de la Justicia” en relación con esta causa. “En la Argentina muchos la padecen”, refirió al respecto, a la vez que habló de “un operativo del adversario del campo popular” en este expediente, aunque evitó dar mayores precisiones.“Hay una comprensión de que esto intenta perjudicar unas relaciones (diplomáticas entre los gobiernos de Alberto Fernández y Nicolás Maduro) que se han recuperado decentemente”, planteó el embajador, quien también dijo que de esta manera se busca afectar de forma negativa el crecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un organismo cuyo titular actual es el presidente argentino. “Es natural sospechar que muchos de estos adversarios que no quieren esta situación exageren e irriten con lo del avión”, aseguró en ese sentido. No descartó, entonces, que las “demoras” en la Justicia respondan a un supuesto “carácter político” del expediente, “sobre todo contra Venezuela”, a quien le adjudicó la titularidad del avión. “De lo que he leído y de lo que conozco no hay duda de que [esta aeronave es de] los venezolanos. Este exhorto [de Estados Unidos] es porque los iraníes le vendieron el avión a los venezolanos, esa es la discusión, si correspondía”, planteó y acotó: “La duda era de quién es el avión y ahora la Justicia de Estados Unidos dice que es venezolano y le reprocha a la empresa iraní que no haya registrado la venta”. Entonces pidió “seguir y tratar” cada una de las cuestiones que figuran en la causa, para así ver “la parte que uno puede aprovechar”. Bajo esa postura, insistió: “Lo que no quedan dudas con este exhorto ahora es que el avión es venezolano”. Convencido de que no existe “ninguna causa, ninguna acusación y ningún elemento” contra la tripulación dijo que nada hace “sentir” que estas personas todavía tengan que estar “con esta demora” en la Argentina. “Tengo la esperanza que eso se va a solucionar, no sé si rápidamente, pero el tema de los tripulantes se va a solucionar porque no hay nada que allí indique que esta gente esta cometiendo un delito”, sostuvo. “A mí me da la impresión que se va a ir develando, claramente. No hay que tomar una posición drástica, hay que trabajar con paciencia. Sabemos que tenemos con los amigos y hermanos venezolanos esta dificultad, y también los hermanos y amigos tienen que saber sortear con inteligencia estas situaciones difíciles donde hay sensaciones e intereses diferentes”, planteó en esa línea. Y agregó, en un intento de mostrar un supuesto estrecho vínculo entre las dos administraciones, tras duras palabras vertidas desde Caracas hacia Buenos Aires por esta cuestión: “Está claro que están los que les gustaría vernos pelear y no hay protesta del gobierno venezolano a la Cancillería, a la Embajada. El diálogo con el Gobierno es más que fraternal, colaborativo, comprendiendo que estamos en un enredo judicial. Tenemos que resolverlo juntos”.Después de que el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, decidiera la incautación de la aeronave para que quede tanto a disposición de su juzgado como del juez federal con asiento en Washington, Michael Harvy, Laborde dijo que esa cuestión es una “inscripción mutua” y mencionó los “beneficios” que podrían darse -según su visión- en relación con esto.“Si la Justicia norteamericana acepta la posibilidad de que actúe el Estado venezolano, estará reconociendo que Maduro es el presidente; y si no lo permite, la Argentina tendrá la argumentación de que no puede acompañarse algo que no tenga su debido proceso, si no hay quien se defienda”, analizó. El embajador, que se quejó por el “bloqueo económico terrible” en Venezuela, enfatizó: “Todavía hay mucho para recorrer. Es interesante que, comprendiendo el dolor, la pena y la injusticia que siente el pueblo venezolano, comprendamos que hay que transitarlo con inteligencia porque son muchos los intereses que pretenden que esto sea una pelea que perjudique más a Venezuela, que sea una pelea entre la Argentina y Venezuela, y que también perjudique el proceso de la Celac”. Noticia en desarrolloLA NACIONConforme a los criterios deConocé The Trust Project