Guillermo Vilas: un homenaje a los 70 años, con 35 imágenes de los gloriosos 70

Vale una pequeña anécdota para describir la competitividad y la pasión de Guillermo Vilas. La serie contra Chile por la final sudamericana de la Copa Davis estaba definida aquel 18 de marzo de 1979. La Argentina ganaba por 3 a 1. El mejor jugador de la historia de nuestro país decidió actuar en el quinto punto ante Hans Gildemeister. Ganaba por 6-2, 1-6, 6-1, 5-7 y 2-1… pero el match se suspendió por la falta de luz.Según los reportes periodísticos de ese momento, el capitán Lito Álvarez le dijo al árbitro general Alfonso Rosso que su jugador debía viajar a Costa Rica y tenía un vuelo esa misma noche, por lo que no podría reanudar las acciones el lunes. Se decretó que el match se cerraba por 3 a 2… pero nadie le avisó a Vilas, que enfureció. La decisión le sumaba una derrota por abandono a su historial. “¿Cómo 3-2? Acordamos que sería 3-1″, dijo Vilas al enterarse la noticia por la prensa. “Un capitán no puede decidir eso solo. Me tiene que hablar. Quiero jugar, yo me quedo, no viajo”, reclamó. Pero la decisión ya estaba tomada. Después de un año de giras por el circuito había vuelto al país por esa serie ante Chile y en 15 días ya estaba partiendo otra vez, masticando bronca. Abordó el avión tal como lo tenía previsto, esa misma noche.Lo de Guillermo Vilas en los 70 fue glorioso. Dominó el mundo, aunque no se lo reconocieron oficialmente en el ranking de la ATP. Pero fundamentalmente revolucionó internamente al país. Le dio al tenis una popularidad que jamás había tenido y por eso LA NACION recuperó 35 imágenes nunca antes publicadas de esa década maravillosa, a modo de homenaje por su cumpleaños número 70.2) Orígenes: con una toalla en la cintura, una curiosa imagen del 30 de octubre de 1971, en la cancha N° 1 de Gimnasia y Esgrima (sede San Martín, en Palermo). El húngaro Istvan Gulyas le ganó la semifinal de la Copa Ricardo Aldao con por 6-3, 4-6, 2-6, 6-3 y 6-3. El campeón del torneo fue Ricardo Cano. (Archivo LA NACION/)3) Un zurdo prometedor: otra imagen de la Copa Aldao en octubre de 1971. Vilas, con apenas 19 años, jugó un solo partido por el circuito en esa temporada: derrota con el estadounidense Cliff Richey en el torneo en Buenos Aires, dos semanas después de este partido. (Archivo LA NACION/)4) El primer éxito grande: Vilas asiste a Bjorn Borg en el Buenos Aires Lawn Tennis, en la final del Abierto de la República de 1973. El sueco se lesionó tras golpearse con la tarima de uno de los jueces de línea en el fondo de la cancha. (Archivo LA NACION/)5) Final inconclusa: Borg se retira y Vilas ya es campeón del Abierto de 1973. El partido estaba 3-6, 6-7, 6-4 y 6-6 cuando se produjo la desafortunada jugada por la que el sueco tuvo que dejar de jugar por las heridas en la espalda y en la mano derecha. (Archivo LA NACION/)6) Coronación: después de 17 años, un argentino vuelve a ganar el Abierto de la República. El último, en 1956, había sido Enrique Morea, que le entregó el trofeo a Vilas. (Archivo LA NACION/)7) Recibimiento triunfal: Vilas llega a Ezeiza el 17 de noviembre de 1974. Esa semana ganó en Buenos Aires y luego viajó a Melbourne, donde se impuso en el Masters, tras vencer al rumano Ilie Nastase en la final por 7-6, 6-2, 3-6, 3-6 y 6-4. (Archivo LA NACION/)8) Dueño de Buenos Aires: segundo título en el país para Vilas. Fue el 24 de noviembre de 1974, tras vencer al español Manuel Orantes por 6-3, 0-6, 7-5 y 6-2. (Archivo LA NACION/)9) Olimpia de Oro: el dominio de Vilas en el circuito en 1974 fue arrollador. Ganó siete títulos y en noviembre el Círculo de Periodistas Deportivo le entregó el tradicional premio como el mejor deportista del país. (Archivo LA NACION/)10) Idolatría: la noche en la que recibió el Olimpia de Oro en el 74, firmando autógrafos para sus fans. (Archivo LA NACION/)11) Guillermo Vilas en un partido con Ricardo Cano en un Buenos Aires Lawn Tennis despoblado. Fue el 17 de abril de 1975, en un torneo de exhibición. (Archivo LA NACION/)12) Balance perfecto: el servicio de Vilas contra Zeljko Franulovic (de la ex Yugoslavia), en los cuartos de final en Buenos Aires en 1975. (Archivo LA NACION/)13) Tricampeón: otra premiación para Vilas en el Abierto de la República, tras vencer en la final al italiano Adriano Panatta por un contundente 6-1, 6-4 y 6-4 en noviembre de 1975. Enrique Morea habla por el micrófono. (Archivo LA NACION/)14) Furor: la fiebre del tenis ya prendió en la Argentina por Guillermo Vilas, que presenta su libro “Quién soy y cómo juego” a fines de 1975. (Archivo LA NACION/)15) Una costumbre: el 26 de noviembre de 1976, Vilas venció al chileno Jaime Fillol (6-2, 6-2 y 6-3) y se consagró tetracampeón en Buenos Aires (Archivo LA NACION/)16) Control: ojos en la pelota, puño apretado para cruzar el passing en otra imagen de la final del Abierto de la República ante Fillol, en 1976 (Archivo LA NACION/)17) Se acabó: final del partido y Vilas saluda a Fillol en el cierre del torneo en 1976. (Archivo LA NACION/)18) Interminable: Vilas otra vez con el trofeo de campeón en la Argentina (1976). (Archivo LA NACION/)19) Exhibición: una imagen atípica, en un descanso de un partido, Vilas toma té en el Luna Park, durante un certamen en el que también participaron Ilie Nastase, Ion Tiriac y Adriano Panatta, en noviembre del 76. (Archivo LA NACION/)20) La Davis, una obsesión: el título que se le negó a Vilas; en la imagen otra vez ante Fillol, de Chile, pero esta vez jugando para el equipo nacional, el 18 de marzo de 1977. Época de clásicos por la Ensaladera (Archivo LA NACION/)21) El equilibrista: una acción del encuentro entre Vilas y Fillol por la Copa Davis en el 77. (Archivo LA NACION/)22) Decisivo: la serie contra Chile, por la segunda rueda de la Zona Americana tuvo un primer día muy parejo; tras el éxito de Cano sobre Cornejo en cinco sets, Vilas aseguró el segundo punto en un intenso match con Fillol y se impuso por 8-6, 3-6, 6-2 y 6-3. Esa serie en 1977 fue 4-1 para la Argentina. (Archivo LA NACION/)23) Un símbolo: cada visita de Vilas al país despertaba admiración. En los 70 se realizaron decenas de exhibiciones con visitas de primer nivel, como esta de abril de 1977. (Archivo LA NACION/)24) Semifinalista: el equipo argentino en la presentación de la serie contra Australia en septiembre de 1977; Ricardo Cano, Fernando Dalla Fontana, Elio Lito Álvarez, José Luis Clerc, Vilas, el profe Juan Carlos Belfonte y el capitán Oscar Furlong. (Archivo LA NACION/)25) Líder: el sorteo ubicó a Vilas en el primer turno del primer día, en el partido con Phil Dent, por un lugar en la final de la Davis 77, frente a Australia, en una recordada semifinal (Archivo LA NACION/)26) Histórico: nunca antes la Argentina había llegado a las semifinales de la Copa Davis. Lo consiguió gracias a Vilas en 1977 y las expectativas fueron enormes en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. (Archivo LA NACION/)27) Buen comienzo: el primer punto de la semifinal fue para la Argentina por el triunfo de Vilas sobre Dent (Australia) por 6-2, 4-6, 7-5 y 6-3 (1977). (Archivo LA NACION/)28) Cuesta arriba: los australianos eran favoritos en aquella serie del 77 y la chance argentina estaba puesta en que Vilas ganara tres puntos; obtuvo ambos singles (ante Phil Dent y John Alexander), pero falló el dobles, que cayó en un reñido match a cinco sets: “Pesó el trabajo de equipo. Australia está muy bien preparado. Perder estaba dentro de las posibilidades”, reconoció el líder argentino. (Archivo LA NACION/)29) Anticipo: el 1° marzo de 1979, tras una inesperada eliminación en primera rueda en Memphis, ante Butch Walts (EE.UU.), Vilas adelantó su regreso al país para la serie ante Chile por la Davis. Llevaba un año fuera de la Argentina y le otorgó una entrevista a LA NACION antes de su primer entrenamiento. (Archivo LA NACION/)30) El estigma Borg: cuando Vilas volvió al país en marzo del 79 estaba instalada su racha de derrotas consecutivas con Borg. “¿Por qué le gana siempre?”, fue una de las primeras consultas. “Me lo preguntan como si pretendieran molestarme. No tengo problemas. Me gana porque está jugando mejor que yo”. (Archivo LA NACION/)31) Polémica: el encuentro del 18 de marzo de 1979 (3-1) que Vilas jugó ante Hans Gildemeister por la Copa Davis no terminó, se lo dieron por perdido y se enojó con el capitán Lito Álvarez (Archivo LA NACION/)32) Con los mejores: en 1979 Vilas jugó una exhibición de lujo ante Jimmy Connors, en el Buenos Aires y ante 8000 personas. En la imagen se lo ve en el lanzamiento del partido en el Plaza Hotel; a su izquierda, Horacio Billoch Caride, presidente del BALTC (Archivo LA NACION/)33) El regreso: después de ausentarse del torneo en 1978, Vilas volvió a jugar el Abierto de la República en 1979 (Archivo LA NACION/)34) Duelo argentino: en la final de Buenos Aires del 79, Vilas le ganó a José Luis Clerc por 6-1, 6-2 y 6-2. Apenas concluido el encuentro, decenas de chicos invadieron el court (Archivo LA NACION/)35) Campeón eterno: la sonrisa y otro trofeo en alto. El de 1979 fue el séptimo título del circuito que Vilas ganó en el país. (Archivo LA NACION/)

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