La escena permite apreciar la diferencia entre la multitud autoconvocada, de la que hablamos a propósito del Mundial, de las masas movilizadas por las empresas del pobrismo. Cuando Cristina Kirchner anunció que no sería candidata el próximo año, intentó provocar el clamor de sus seguidores, que piden que lo sea. Es la dirigente que más votos tiene en su sector y aunque no sean suficientes para su triunfo, pueden servir a candidatos que la usen para ganar en sus distritos. Cuando llegó al acto en que anunció que podrá ser candidata, protagonizó una escena interesante. Caminó a lo largo de una cuadra, optimista, saludando a la muchedumbre que la alentaba. En un momento subió a una pequeña plataforma de cemento para saludar con sus brazos en distintas direcciones. Una imprudente cámara hizo una toma desde sus espaldas en la que se pudo ver que en la calle no había nadie. Cristina estaba sola, saludando a sus fantasmas. Leer más