Cuando intentaba salvar su casa, las llamas cortaron el paso a Pedro Aroca y tuvo que ingresar a un horno de barro para sobrevivir durante los incendios en el centro sur de Chile.”Luché echando agua y tuve que acudir al horno porque era el único refugio que tenía. No había otra parte. La escapatoria fue el horno”, cuenta a la AFP Aroca, residente de Santa Juana, en la región del Biobío (550 km de Santiago).El viernes 3 de febrero, la casa del agricultor de 68 años terminó consumida por las llamas. Aroca es una de las 5.557 personas que se quedaron sin hogar en la actual crisis de incendios.En su caso, contar con 30 años de experiencia fabricando carbón fue clave para salvar su vida y la de su perro, Dante. Sabía que si se quedaba de pie no sobreviviría, así que se tendió sobre sus codos y rodillas en el interior del horno hasta que pudo ser rescatado.”Si usted se para ahí dentro, el caldeo (calor) y el humo no lo va a dejar vivir. Pero si se tira al piso, se logra sobrevivir”, relata Aroca mientras muestra el horno. Ahora intenta sobreponerse y ya trabaja en la reconstrucción de su casa.Como esta son muchas las dramáticas historias divulgadas en redes sociales y medios locales en una semana de emergencia que deja al menos 24 muertos y 2.196 heridos, en las regiones de Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía.- Todos a la piscina -Marisela Sáez también tuvo que improvisar para mantener con vida a su familia: se arrojó a una piscina con sus hijos tras verse rodeada por las llamas.Un video viralizado muestra el momento en que ante la cercanía del fuego en un sector rural del municipio de Santa Juana, el dueño de una parcela vecina conminó a la mujer y a su familia a meterse a la piscina.”El vecino nos dijo que teníamos que hundirnos hasta el cuello. Me arrodillé y abracé a mi hija, mi madre abrazaba a mi pequeñito. Mi padre y los vecinos se metieron y ahí sentí el fuego, sentí el calor y pensé que aquí íbamos a morir todos”, dijo Sáez a un canal local.El piloto español Felipe Bru denunció a medios locales que el martes 7 de febrero tres hombres le negaron la extracción de agua desde una piscina de regadío, en un predio privado, cuando un grupo de helicópteros socorría cuatro casas que se quemaban en Yumbel, región del Biobío.”Es primera vez que me han negado la posibilidad de recoger agua durante una emergencia. (…) Es realmente penoso ver la situación de que la llama no baja y el agua no llega”, dijo a la AFP el piloto de 55 años, quien contó que al final no pudieron impedir que una de las casas se quemara completamente.En respuesta, un niño de 12 años de la localidad de Tomé, en la misma región, escribió en un cartón “AQUI AGUA PICINA BAJAR” y se paró cerca de su casa para ver si pasaba algún bombero. La foto del menor con su cartel también se hizo viral.”En la noche bajaron dos camiones, pero no pudieron sacar agua. Una camioneta sí sacó agua para ir en ayuda, (gracias a que) traía su motobomba”, dijo la madre del menor al canal de TV Mega.Axl/ps/agAFPSeguí leyendoJuegos Olímpicos. La ausencia de climatización en las habitaciones de París 2024 preocupa a los atletas”Yo no estaba ahí” y “una o dos patadas”. Una por una, las declaraciones más fuertes de los acusados de asesinar a FernandoRecreación. Así se “escuchó” desde el espacio la erupción volcánica de TongaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasservicio-de-noticias