Epicentro de grandes momentos del equipo de Biarritz, de 2005 a 2014, y en menor medida de Bayona, el estadio de Anoeta, en San Sebastián (España) reabre sus puertas al rugby francés, con el Aviron Bayonnais, que se enfrenta el sábado a Pau, antes de las semifinales del Top 14, programadas en junio próximo.Anoeta vuelve. Nueve años después de su última deslocalización victoriosa frente al Stade Français (24-19) — que precedía en una semana a la de Perpignan contra Toulon en el Estadio de Montjuic de Barcelona (31-46) –, el equipo de Bayona vuelve de nuevo a cruzar la frontera española.Si en abril de 2014, pudieron contar con 22.138 aficionados, esta vez serán unos 40.000 en reunirse en el campo de la Real Sociedad de fútbol, que tuvo una remodelación justo antes del Covid y que ya no cuenta con una pista de atletismo.Casi una década de espera para volver a Anoeta se explica sobre todo por el declive de los dos principales clubes vascos en la jerarquía del rugby francés. El Biarritz Olympique dejó la primera división en 2014 y solo volvió siete años después para una breve estancia.Por su parte, el Aviron Bayonnais pasó cuatro de los ocho últimos ejercicios en segunda división y su regreso al primer plano esta temporada coincide con esta deslocalización al otro lado de los Pirineos.- Biarritz como precursor -Sextos del campeonato a seis jornadas del final, el equipo de Bayona sueña con una segunda visita a ‘Sanse’ con ocasión de las semifinales, el 10 y el 11 de junio, muy esperadas en la capital de la provincia de Guipúzcoa. La Ligue Nationale de Rugby (LNR) estima entre 23 y 25 millones de euros los beneficios financieros directos e indirectos.Para los dos rivales de la costa vascofrancesa, Anoeta coincide con los más grandes momentos del rugby vasco. El Biarritz Olympique de Serge Blanco fue el primero en transferir allí sus partidos de Copa de Europa, desde 2005. Para seguir a su vecino, el Aviron Bayonnais fue el primero en llevar a Donosti partidos del Top 14.Fue el 21 de agosto de 2009 con 28.000 espectadores contabilizados, empujando al equipo de Bayona, frente al Stade Français (38-24).”Era muy joven, pero me acuerdo de ese partido, de la camiseta multicolor de (el argentino Juan Manuel) Leguizamón, en el lado parisino”, cuenta Denis Marchois, actual capitán del Aviron Bayonnais, que tenía 15 años en ese momento.”No entendíamos demasiado lo que pasaba, pero comprendíamos que se trataba de un partido importante. Es bonito que los dirigentes hayan logrado que juguemos allí”, añade.Eso prueba sobre todo que “toda una región está detrás del Aviron Bayonnais”, estima el hooker argentino Facundo Bosch.”Hace varias semanas que no hay ya entradas disponibles. Habrá 40.000 personas en Anoeta. Mucha gente no puede venir a Bayona, debido a las pocas plazas que hay (13.500, todos los partidos registran un lleno). Pero cuando pueden, como este fin de semana, lo hacen”, añade Bosch.En su larga carrera, Camille Lopez, que cumplirá pronto 34 años, originario de Mauléon y que volvió al club del País Vasco francés esta temporada tras trece campañas “de exilio” en Burdeos, Perpignan y Clermont, nunca ha jugado en Anoeta.Aunque estuvo la semana pasada, asistiendo en las gradas, al duelo de octavos de final de Europa League entre la Real Sociedad y la Roma (0-0).”Cuando firmé por el Aviron Bayonnais, sentí excitación por la idea de jugar en el Estadio Jean-Dauger. Este público transpira rugby, esta ciudad transpira rugby, este club transpira rugby”, cuenta el apertura.Ambiente festivo garantizado por tanto el sábado frente al club vecino de Pau, sobre todo cuando el Aviron Bayonnais nunca ha perdido en Anoeta como organizador.zeg-rap/lrb/psrAFPSeguí leyendoJuegos Olímpicos. La ausencia de climatización en las habitaciones de París 2024 preocupa a los atletas”Yo no estaba ahí” y “una o dos patadas”. Una por una, las declaraciones más fuertes de los acusados de asesinar a FernandoRecreación. Así se “escuchó” desde el espacio la erupción volcánica de TongaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasservicio-de-noticias
