Enfermedad del legionario: causas, síntomas y tratamiento

También conoce la forma en la que se diagnostica esta enfermedad, cómo evitarla y cuáles son los factores de riesgo (Infobae/Jovani Pérez) La enfermedad de los legionarios es una forma grave de la pulmonía: una inflamación pulmonar causada generalmente por una infección. La causa una bacteria conocida como legionela. La mayoría de las personas contraen la enfermedad de los legionarios al inhalar la bacteria del agua o del suelo. Los adultos mayores, los fumadores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados son especialmente susceptibles a la enfermedad de los legionarios. La bacteria de la legionela también causa la fiebre de Pontiac, una enfermedad más leve que se parece a la gripe. La fiebre de Pontiac generalmente desaparece por sí sola, pero la enfermedad de los legionarios puede ser mortal si no se la trata. Aunque el tratamiento oportuno con antibióticos generalmente cura la enfermedad de los legionarios, algunas personas continúan teniendo problemas después del tratamiento.Síntomas La enfermedad de los legionarios generalmente se presenta entre dos y diez días después de la exposición a la bacteria de la legionela. Normalmente comienza con los siguientes signos y síntomas: Dolor de cabeza Dolores musculares Fiebre de 104 °F (40 °C) o más Al segundo o tercer día, la persona tendrá otros signos y síntomas, incluidos los siguientes: Tos con moco y, a veces, sangre Falta de aliento Dolor en el pecho Síntomas gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea Confusión u otros cambios mentales Aunque la enfermedad de los legionarios afecta principalmente los pulmones, ocasionalmente puede causar infecciones en las heridas y en otras partes del cuerpo, incluido el corazón. Una forma leve de la enfermedad de los legionarios, conocida como fiebre de Pontiac, puede producir fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y dolores musculares. La fiebre de Pontiac no infecta los pulmones y los síntomas generalmente desaparecen en un lapso de dos a cinco días.Cuándo consultar con el médico Consulta a tu médico si crees que has estado expuesto a la bacteria del género Legionella. Diagnosticar y tratar la enfermedad de los legionarios tan pronto como sea posible puede ayudar a acortar el período de recuperación y prevenir complicaciones graves. Para las personas con alto riesgo, como los fumadores o los adultos mayores, el tratamiento oportuno es fundamental. Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Getty Images)Factores de riesgo No todas las personas expuestas a la bacteria de la legionela se enferman. Es más probable que contraigas la infección si reúnes alguna de estas condiciones: Fumar. El tabaquismo daña los pulmones, haciéndote más susceptible a todo tipo de infecciones pulmonares. Tener un sistema inmunitario debilitado. Esto puede ser el resultado del VIH o SIDA o de ciertos medicamentos, especialmente corticoesteroides y medicamentos que se toman para prevenir el rechazo de órganos después de un trasplante. Tener una enfermedad pulmonar crónica u otra afección grave. Esto incluye enfisema, diabetes, enfermedad renal o cáncer. Tiene 50 años de edad o más. La enfermedad de los legionarios puede ser un problema en hospitales y hogares de ancianos, donde los gérmenes pueden propagarse fácilmente y las personas son vulnerables a la infección.Diagnóstico La enfermedad del legionario es similar a otros tipos de neumonía. Para ayudar a identificar la presencia de la bacteria de la legionela rápidamente, tu médico podría usar una prueba que analice tu orina en búsqueda de antígenos de legionela, sustancias extrañas que desencadenan una respuesta del sistema inmunitario. Otras pruebas podrían incluir: Análisis de sangre y de orina. Radiografía de tórax; no confirma la enfermedad del legionario, pero puede mostrar el grado de infección en los pulmones Exámenes en una muestra de tu esputo o tejido pulmonar Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (FERNANDO CARRANZA GARCIA/CUARTOSCURO)Tratamiento La enfermedad de los legionarios se trata con antibióticos. Cuanto antes se inicie la terapia, menos probable será que se presenten complicaciones graves. En muchos casos, el tratamiento requiere hospitalización. La fiebre de Pontiac desaparece por sí sola sin tratamiento y no causa problemas persistentes.

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