>LA NACION>Revista LivingUna crianza signada por el culto a los objetos condujo a la dueña de esta casa en San Fernando a renovar la ambientación para nutrirla de color y calidez después de una etapa del más estricto minimalismo.22 de mayo de 2023Laura Saint-AgneInés Beato VassoloCuando se proyectó la casa, hace quince años en el Bajo de San Fernando, el plan era tener una planta abierta, con áreas definidas por las piezas de mobiliario estrictamente necesarias, minimalismo puro. Pero al cambiar la configuración familiar, Carolina Perrot, investigadora social, consultora y autora quiso renovar el interiorismo.Carolina en la llamativa puerta pintada de rojo, en franco contraste con la fachada gris plana. Javier Picerno”Mi mamá es antropóloga; me crié en la cultura del objeto y acá no había casi ninguno. Como buena investigadora, hice un PowerPoint con todo lo que quería ir comprando para sumar calidez” Carolina Perrot, dueña de casa y directora de la consultora UuevoMinimalismo y calidez“En un punto me di cuenta de que la casa ya no me representaba, era demasiado minimalista. Los libros, las plantas, los objetos decorativos y las alfombras comandaron la nueva ambientación”, cuenta CarolinaSillón ‘Brem’ de cuero (Macacha Taller) con almohadones cuadrillé estampados a mano (Mercedes Segura). Mesa ratona con borde de cuero (Deco Todo Vuelve). Alfombra (Kalpakian).Javier PicernoDespués de la puerta, el segundo golpe de efecto llega con una escalera de hormigón macizo, de resonancias casi ancestrales, bañada de luz. Eje central de la obra, da cuenta de dos premisas que se repiten en cada ambiente: la conexión con el afuera y la ausencia de divisiones absolutas (además de su función primordial, separa parcialmente el living del comedor).Además de ser el eje central de la obra, la escalera separa parcialmente el living del comedor.Javier PicernoAl traspasar el umbral, un recibidor despejado y con lo justo y necesario. Perchero (La Base Studio). Javier PicernoLa idea de la “escalera al cielo” fue tomada de una casa japonesa. Cuando las hijas de Carolina eran chicas, estaba protegida con redes. Ahora despojada, luce su esplendor casi totémicoSillón blanco (Lebon House) con almohadones estampados (Mercedes Segura). Lámpara de pie blanca (Tienda Palacio).Javier PicernoLa biblioteca de madera (La Base Studio) aporta calidez material y, además, permite cambiar de posición los estantes para adaptarlos según la necesidad.La mesa ratona circular rompe con las líneas rectas de la arquitectura. Sillones nórdicos retapizados con género de De Levie. Javier PicernoFuerte presencia del colorEn el comedor, mesa ‘Tulip’ con sillas ‘Bertoia’ (Arquimadera). Alfombra (El Espartano). Estantería de madera hecha a medida.Javier PicernoEl fondo amarillo de la estantería fue elegido para destacar la vajilla y convertir los objetos cotidianos en una suerte de obra de arteEn la cocina, cuadros de Enrique Cicciari. alfombra azul y roja (Las Martas).Javier PicernoA la planta baja la sectorizan la escalera y unas pocas puertas corredizas, que siempre están abiertasPaso al verde sin interrupcionesLa transición a la pileta se da a través de una galería revestida en Travertino y un deck de madera sobreelevado. Muchos de los árboles ya estaban en el terreno; otros fueron plantados de acuerdo con el proyecto de la paisajista Marcela Brudnick, al frente de Savia.El juego de mesa y sillas Quilmes fue un regalo.Javier PicernoPoner el foco en el paisajismo del jardín fue una parte importante en la transformación de la casa.Javier PicernoAl cieloEscalera arriba, lo primero que aparece es un espacio de lectura con hamaca, plantas y vista a la copa de los árboles.Pinturas y dibujos de Enrique Cicciari. Hamaca (Hammäks). Alfombra persa (Kalpakian). Sillón de pana verde reciclado (Soy Mi Casa).Javier PicernoEn otro ejemplo de la voluntad de mezclar adentro y afuera, esta área busca recrear la sensación de una plazaConejo de cerámica con suculentas (Pasionarias del Bajo) sobre la mesa ratona de madera (Tienda Palacio). El mueble amarillo fue comprado en un anticuario.Javier PicernoSector privadoPara su cuarto, Carolina eligió un estilo veraniego con amarillo, plantas y objetos de caña para sentirse relajada, como si estuviera de vacaciones.Cama con pie y respaldo trenzado de Ikea (Mercado Libre). Almohadones pintados a mano (Mercedes Segura). Maceta de cerámica rosa (Pasionarias del Bajo). Alfombra artesanal (Renzo Galeano). Espejo-perchero de caña (Wood Market). Biblioteca flotante (La Base Studio).Javier PicernoLa dueña de casa le compró la alfombra del dormitorio a un tejedor de Santiago del Estero, que resultó ser un fanático de su libro Asco (2020).El baño tiene divisiones parciales hechas con mamparas esmeriladas y transparentes. alfombras (Las Martas). cuencos esmaltados en marfil y azul (Salazar Casa). Plantas colgantes en maceta (Pasionarias del Bajo).Javier PicernoDesde el piso de arriba, la vista del jardín y la pileta tamizada por el filtro de un Acer palmatum“Me gusta mucho el concepto de patio, pero también quería aprovechar el jardín. Entonces, armamos sectores distintos: con piedras, con deck y con verde. Eso da color y movimiento”, cuenta Carolina.Javier Picerno
Laura Saint-AgneInés Beato VassoloSeguí leyendoCasi desde cero. En San Fernando, proyectaron su primera casa con aires vintage y distribución modernaSin obra. Una emprendedora deco cuenta cómo le dio nueva vida a su centenaria casa chorizo en San FernandoEn Martínez. Una diseñadora de moda nos muestra cómo le dio color a cada ambiente de su casaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasLifestyleArquitecturaDecoraciónColor y texturaAire LibreArmá tu casaLivingsComedoresPaisajismoPiletasDormitoriosMás notas de ArquitecturaEn venta. Doce casas y doce estudios de arquitectura en una estancia histórica de Córdoba que fue de Julio A. RocaEn zona norte. Construyen una ciudad vertical de 15 minutos a pasos de la PanamericanaDe 45m2. Un clásico PH, puesto a nuevo con un ingenioso sistema de aberturas y presupuesto mínimo
