¿Espontáneo o planificado? La autora tienen sus dudas.A estas alturas, habiendo pasado casi 4 años desde el 18 de octubre de 2019, es altamente probable que el ciudadano chileno jamás se entere de qué fue lo que realmente pasó, quién fue o -si es que fue así- quién planeó el incendio masivo que destruyó varias estaciones del Metro de Santiago durante el estallido social en Chile.Un libro escrito por la periodista Josefa Barraza, en colaboración con el cientista forense Carlos Gutiérrez, tampoco tiene la respuesta, pero sí expone algunas de las dudas que los juicios han dejado en el aire.El texto se titula con una pregunta recurrente en Chile: “¿Quién quemó el metro?”.“La investigación nos tomó un año y medio. Fue un proceso muy complejo. La gente debe pensar que solamente agarramos un montón de papeles y los publicamos. Pero no, no es así. Tuvimos que pasar por bastante análisis, también tuvimos que pasar por una asesoría jurídica, porque lo que se denuncia en el libro es sumamente grave”, dice la autora.Claro, por ejemplo, el orden de los incendios no deja de llamar la atención. La primera, que fue la Estación Trinidad de la Línea 5, se empezó a quemar a las 22.20. La siguiente, que fue la estación Ricardo Cumming, a las 22:23 horas. Luego vinieron otros incendios a las 22:46, a las 22:50, 22:51, 22:53, y así. A las 0:55 horas se comenzó a quemar la última de las estaciones: Santa Julia. Todo eso, cuenta la periodista, da para pensar que no se trató precisamente de un movimiento espontáneo, sino que hubo una coordinación detrás.Pero no hay registros, pues las cámaras de televigilancia de cada estación fue golpeada. Durante el juicio, el subgerente de operaciones del Metro, declaró que el sistema de televigilancia del Metro, que lleva por nombre “Venus”, era “anti vandalismo”. O sea que si las cámaras sufrían un golpe, estas “se van a negro” mientras reinician su funcionamiento. Aún así, los registros de esa cámara vandalizada deberían pasar a otra, lo que no ocurrió.Hasta ahora, solo la causa judicial del siniestro en la estación Los Quillayes sigue abierta. Un ex técnico encargado de las reparaciones de las mentadas cámaras, citado por el libro, contó que la empresa Metro no les permitió el ingreso en los días siguientes al estallido, aún cuando estaban en pleno proceso de implementación de un nuevo sistema de video.Negación de Carabineros“¿Quién quemó el Metro?” también cuestiona otras situaciones confusas y contradictorias de aquel violento día. La Fiscalía, por ejemplo, confirmó que a las 2:14 AM del 19, entró un piquete de Carabineros a la estación La Granja, pero en la Comisión Especial Investigadora de la Cámara de Diputados la institución lo negó.Pero entonces, ¿quién quemó el metro?“El libro no le va a poner el nombre ni apellido, pero sí te va a guiar por un camino de hallazgos y antecedentes. Eso, finalmente, es a lo que invita el libro, a que la persona que lo lee va a poder resolver interpretativamente la conclusión de quién fue. Pero esa respuesta está en el libro”, dice la investigadora, a quien le llama poderosamente la atención la escasa visibilidad que ha conseguido el libro.Josefa Barraza descarta de plano que la quema de varias estaciones del metro de Santiago a la vez haya sido algo espontáneo.Según tu investigación, ¿todo esto fue espontáneo o concertado?Tras un año y medio de investigación, puedo decir con certeza que no fue algo espontáneo, fue algo totalmente concertado, a pesar de que fiscalía ha dado a entender que fue una decisión espontánea. No fue así para nada.¿No?Según los documentos que nosotros presentamos, es imposible que haya sido algo espontáneo. O sea, todos los documentos te guían hacia un mismo camino, que fue algo totalmente concertado, con una planificación previa. Entonces por eso es muy importante que la gente lea este libro, para que entiendan por qué se descarta la idea de la adhesión espontánea, que fue como lo que intentaron hacer creer para criminalizar la protesta social. Porque aquí también se ve eso, que hay una intención de criminalizar la protesta social.¿Por qué decidiste investigar el tema?Cuando fue el estallido social, yo empecé a armar notas respecto a los presos del estallido. Así fue como empecé a investigar las querellas que interponían contra ellos, y también empecé a investigar a la policía infiltrada, entonces sentía que la pregunta ¿Quién quemó el metro? tenía que ser contestada o por último entregar algún hallazgo para que las personas pudieran comprender quién lo quemó, o cuál fue la idea tras de esto.¿Qué vino después?El año 2021 mandé una solicitud por transparencia al Metro de Santiago pidiendo una lista de los operarios y los turnos de las cámaras de seguridad. Pero ellos me negaron la información y con eso me di cuenta que había algo. Y es así como parte de esta investigación.Este es el segundo libro de Josefa Barraza. El primero lleva por nombre Los Intramarchas, y es una investigación sobre carabineros que se infiltraban en las marchas pacíficas. En el convulsionado y polarizado Chile de hoy, ella dice que ha tenido sus costos personales.”Cuando escribí el primer libro fui atacada y hostigada en redes sociales. Y todo por el tema de los indultos (facultad que tiene el presidente de perdonar o conmutar una pena por distintos criterios, y que en el caso de Gabriel Boric derivó en escándalo), porque tres casos de los indultados aparecen en mi libro. Ahora se repite lo mismo. El costo personal es que tengo que saber aguantar porque son libros polémicos. Pero sí hay costos personales, pero estoy dispuesta a enfrentarlo si es que hay que ir en busca de la verdad.Seguir leyendoChile: a casi 3 años de la quema de más de 70 estaciones del Metro de Santiago, todavía no hay culpablesEl Gobierno de Chile invocó la ley de seguridad del Estado tras las protestas por el aumento de tarifa del Metro de Santiago