La actual comisión directiva de la Asociación de Amigos del Museo Moderno renovará su mandato por un año másLa Asociación de Amigos del Museo Moderno de Buenos Aires se creó en 1985. Una de sus primeras acciones, cuentan en su sitio web, fue trabajar junto con el director del Museo para establecer su sede definitiva en lo que había sido un depósito de la Tabacalera Piccardo, sobre la Avenida San Juan, que se inauguró en 1989. Desde sus comienzos, el rol principal de la Asociación –una entidad sin fines de lucro– ha sido el de acompañar y potenciar a esta institución pública emblemática de la ciudad de Buenos Aires.“La Asociación de Amigos es el vínculo entre el sector público y el sector privado, porque todo ingreso que entra al museo público por parte de un privado, ingresa a través de la Asociación de Amigos –explica Inés Etchebarne, presidenta de la entidad–. Está compuesta por la Comisión Directiva, por un lado, que tiene 17 integrantes; también están los revisores de cuentas y los socios, que son los que mensualmente generan ingresos a la Asociación, porque la Asociación tiene personal que tiene que administrar todos estos fondos, y además maneja la tienda del museo”.Te puede interesar: Los infinitos mundos de Alberto Greco, el artista genial que firmó su suicidio como su última obra de arte“Somos todos voluntarios y trabajamos ad honorem –acota Philippe Deroy, vocal de la Asociación–. Nosotros tenemos la personería jurídica de asociación sin fines de lucro, y una de las funciones más importantes que tenemos, como dijo Inés, es la de recibir fondos privados destinados al museo, que es público. Entonces, todas las donaciones que se hacen al museo pasan por la Asociación, que además puede organizar eventos propios para recibir donaciones para el museo. Cada uno de esos eventos tiene un objetivo de recaudación claro”.El artista Eduardo Basualdo junto a la curadora Clarisa Appendino, durante la Campaña de Valorización del Patrimonio (Foto: museomoderno.org)La actual comisión directiva de Amigos del Moderno asumió a comienzos del 2020. “Lo primero que hicimos fue formar una comisión directiva diversa, porque como teníamos distintas acciones que hacer, mi idea fue convocar a profesionales de diferentes temas para que me ayuden, siendo el principal foco de nuestra gestión apoyar al museo en su excelencia y accesibilidad –cuenta Etchebarne–. Cuando empezó la pandemia, estábamos organizando la primera cena a beneficio, porque estos eventos son los que mayor recaudación traen al museo, porque tienen visibilidad, son interesantes para sponsors y para quienes participan. Íbamos a hacer nuestro primer evento con Sergio de Loof, que en ese momento tenía una exposición en el Moderno, pero empezó la pandemia y luego el artista murió en pandemia también”.Los Amigos del Moderno no se dejaron vencer por las limitaciones que impuso la cuarentena obligatoria ante lo incierto de la pandemia que se había cernido sobre todo el planeta. “Empezamos a hacer lo que llamamos Noches Modernas, que eran noches donde nosotros seleccionamos un artista, su libro, y hacíamos un maridaje con un vino –recuerda Inés–. Siempre tuvimos la suerte de tener a Bodegas Peñaflor que nos apoyaron, y así teníamos la posibilidad de llegar a la casa de nuestros socios y también acompañarlos durante pandemia. Una noche por semana hacíamos un Zoom con artistas, curadores y el sommelier”.La Asociación Amigos del Moderno trabaja con la premisa de la inclusión en su búsqueda por generar audiencias para el museo (Foto: museomoderno.org)Los libros a los que se refiere la presidenta de Amigos del Moderno son los catálogos de las exposiciones: “Como tenemos el shop, el Museo Moderno tiene una sección muy importante que son las ediciones: en vez de hacer catálogos para cada exposición, el Museo desarrolla libros que tienen un muy buen contenido editorial, porque participan escritores, historiadores, artistas, filósofos y hasta científicos, como en el caso de un artista como Tomás Saraceno, que trabaja con arañas”.Esta gestión de la Asociación de Amigos del Moderno tuvo desde el inicio el firme propósito de mejorar la accesibilidad a las instalaciones y a las distintas actividades que propone el museo. El hecho de que durante la cuarentena el museo permaneciera cerrado al público fue propicio para realizar las obras necesarias para la instalación de un elevador que permite acceder a los pisos superiores del edificio a personas con movilidad reducida. Esta mejora fue posible gracias a la recaudación de los primeros eventos organizados durante la pandemia.Los catálogos de las exposiciones del Museo Moderno se editan como libros con un importante contenido editorial (Foto: museomoderno.org)Una vez instalado el elevador, el siguiente objetivo relacionado con la accesibilidad fue incorporar aplicaciones para personas con discapacidad en la comunicación. “Sergio Cantarovici, que es miembro de la Asociación, también pertenece a Asteroid Tecnologies, que trabaja con Mateo Salvatto, desarrollador de la app Háblalo. Entonces le pedimos desarrollar una versión de la aplicación especial para el Moderno. Nos hicieron esta app que es muy compleja y también nos ayudaron a conseguir las tablets –señala Philippe Deroy–. Porque hay gente que también tiene discapacidad motriz, y la tablet, al ser más grande, es más fácil de manejar que el teléfono celular, y es gratuita para todo visitante que viene al museo”.Cuando el Museo Moderno reabrió tras la pandemia, ya contaba con el elevador instalado gracias a la gestión de la Asociación Amigos del ModernoOtro de los compromisos que asumió la actual gestión de Amigos del Moderno es el de la preservación del patrimonio del museo. “El Museo tiene una colección fija, todo el fondo que recibió el museo cuando fue creado; hay obras que tienen sesenta, setenta, ochenta años –cuenta Philippe–. Las más emblemáticas están expuestas en uno de los pisos del museo, pero hay otras obras que están guardadas y algunas veces se exponen. Para mejorar las condiciones de almacenamiento de esas obras, había que comprar parrillas de metal para colgarlas; son unos rieles que se ponen uno detrás del otro. Hay obras que con el tiempo sufren deterioro, algunas hechas con materiales plásticos que quizás envejecen mal, o se pueden romper. Esos 500 metros cuadrados de parrillas y rieles se pudieron comprar con lo que se recaudó en un evento”.La iniciativa “Jóvenes del Moderno” invita todos los meses a 70 jóvenes a visitar el museo en un encuentro con artistas y curadores (Foto: museomoderno.org)Más allá de su función de apoyo a la gestión del Museo, es muy interesante la iniciativa social de Amigos del Moderno de desarrollar audiencias. “Pensamos cómo acercar nuevas audiencias al museo, y justamente después de pandemia nos dimos cuenta de que los jóvenes necesitaban un espacio adonde ir, donde encontrarse y donde descubrir nuevas propuestas –cuenta Inés Etchebarne–. Entonces creamos un programa de Jóvenes del Moderno –que se realiza bajo el mecenazgo de Andrea Arditi Schwartz– con el que todos los meses invitamos a 70 jóvenes a visitar el museo en un encuentro con artistas, con curadores, y también a ir a los talleres de los artistas, donde los jóvenes pueden conocer el trabajo de los artistas y muchas veces terminan vinculándose y trabajando y realizando proyectos en conjunto. Es un espacio también de conexión, entonces siempre terminamos los encuentros con con un cóctel, con una comida, con tragos, para que los chicos se vayan haciendo amigos y vayamos generando esta comunidad. Hicimos un evento en el taller de Jessica Trosman, y uno de los chicos que había participado anteriormente hizo una intervención sonora de la obra del artista. Siempre van surgiendo cosas y eso es lo que nos entusiasma”.Los más chicos también pueden asistir a los talleres que ofrece el Museo Moderno (Foto: museomoderno.org)“Queremos acercar al arte a un público general y abrirnos a audiencias que no no suelen ir al museo –agrega Philippe–. Al principio el público mayoritario de los eventos eran personas que ya estaban relacionadas con el arte, hijos de coleccionistas, hijos de artistas. A partir de esos eventos de los que hablaba Inés, empezó a venir gente que no tiene nada que ver con el arte; nosotros buscamos invitar y abrirnos”.Philippe Deroy junto a Inés Etchebarne, presidenta de la Asociación Amigos del Museo Moderno (Foto: Nicolás Stulberg)La comisión directiva de Amigos del Moderno tiene normalmente un mandato de dos años. Dada la circunstancia excepcional de la pandemia que tuvo lugar al comienzo de la actual gestión, se les pidió renovar su función por un año más. Además de los objetivos que fueron cumpliendo y que son apreciables por el público, la comisión directiva de Amigos se propuso sumar transparencia a su trabajo: “Cuando nosotros llegamos, creímos que era importante establecer por un lado la organización la estructura institucional, que que faltaba un poco, y entonces nos dedicamos a armar eso para que las bases legales y administrativas estén bien ordenadas –destaca Etchebarne–. Por otro lado, armamos un esquema de socios con diferentes categorías, con sus beneficios y sus costos. Para eso contratamos una persona que se dedique específicamente a socios y a eventos, que no había cuando nosotros llegamos”.La muestra “Cien caminos en un solo día” reúne la obra de varios artistas (Foto: museomoderno.org)Actualmente pueden visitarse en el Museo Moderno las exposiciones Manifiesto Verde, Cien caminos en un solo día –ambas con obras de varios artistas–, Pupila (Eduardo Basualdo) y Bravaria (Sofía Torres Kosiba), entre otras. Del 26 al 28 de agosto se realizará en la sede del museo el Festival Escuchar [sonidos visuales].* El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires abre sus puertas en Avenida San Juan 350 los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 19; los sábados, domingos y feriados de 11 a 20 (martes cerrado excepto feriados). La entrada para residentes argentinos cuesta $500, excepto los miércoles, que es gratuita.Seguir leyendo44 fotos: El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires inauguró las exposiciones “Manifiesto verde” y “Cien caminos en un solo día”Los infinitos mundos de Alberto Greco, el artista genial que firmó su suicidio como su última obra de arteTrajes, “tocados inéditos” e instalaciones: donan 82 obras de Sergio De Loof al Museo Moderno