Fecha muy especial para la Reina Letizia, que este viernes 15 de septiembre cumple 51 años. Un día marcado en rojo en el calendario para la monarca, que con su agenda oficial despejada de compromisossu soplará las velas en la intimidad y rodeada de su familia, aunque habrá dos destacadas ausencias que sin duda han dejado un sabor agridulce a su cumpleaños.
Y es que por primera vez su Majestad no celebrará este día con ninguna de sus hijas. La Princesa Leonor, que ‘abandonó’ el hogar familiar hace dos años para estudiar el Bachillerato Internacional en Gales, se encuentra en la Academia Militar de Zaragoza, donde ingresó el pasado 17 de agosto para comenzar su carrera en las Fuerzas Armadas. Y la Infanta Sofía, de 16 años, ha seguido los pasos de su hermana y a finales de agosto ponía rumbo al UWC Atlantic College galés, dejando a los Reyes ‘solos’ en el Palacio de la Zarzuela.
Doña Letizia sí podrá en cambio celebrar su cumpleaños con el Rey Felipe, que recibirá en audiencia al presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja a las 10.30 horas, disponiendo del resto del día libre para acompañar a su mujer en una pequeña fiesta íntima en palacio a la que podrían sumarse los padres de la monarca, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano, o su hermana Telma Ortiz, con los que tiene una relación tan estrecha como especial.
En mayo de 2024 se cumplirán 20 años desde que se casó con Don Felipe, y un mes después una década desde que se convirtieron en Reyes tras la abdicación del Rey Juan Carlos. A pesar de que no ha sido un recorrido fácil y se ha enfrentado a numerosas críticas y dificultades, Doña Letizia se ha convertido en uno de los miembros más queridos de la Familia Real, y cada vez más cómoda en su papel institucional, ha encontrado su sitio y se ha convertido en una de las ‘Royals’ más envidiada y aplaudida del planeta.
En primer lugar por su espectacular físico, trabajado a base de deporte -por ejemplo, pilates o escalada, ya que incluso posee un rocódromo en Zarzuela-, una alimentación sana y estricta -desterradas las grasas, el alcohol y los dulces- y sutiles y naturales retoques y tratamientos estéticos que han logrado un resultado armonioso en el rostro de la Reina, más guapa que nunca.
En segundo lugar, por su elegancia. Y es que es innegable que Doña Letizia ha encontrado su estilo propio y todo lo que luce se convierte en tendencia. Ya sea en su faceta de gala -luce los vestidos de fiesta como nadie- en las reuniones de trabajo -sus looks work son una de sus señas de identidad- o en sus salidas privadas -las más recientes, este verano en Palma de Mallorca- la monarca va siempre impecable y se ha consolidado como un referente de estilo y una de las mujeres más elegantes del mundo.
Y, en tercero, por su cercanía y su naturalidad, que nos ha dejado ver especialmente en los últimos meses. Su espontáneo estallido de alegría cuando la Selección Femenina de Fútbol ganó el Mundial en Sydney; su emoción incontenible al despedir a Leonor en la Academia de Zaragoza; su complicidad con la Reina Sofía este verano, desterrando definitivamente los rumores de mala relación; o sus gestos de cariño y adoración con el Rey Felipe VI en Palma de Mallorca han mostrado una faceta hasta ahora desconocida de Doña Letizia que nos encanta y nos ha conquistado por completo.
Por delante, un año, el de sus 51, marcado por la ausencia de sus hijas -que son lo más importante para ella- en Zarzuela, pero también repleto de desafíos, como sus diez años de reinado, y de compromisos, en los que seguirá representando a España con el orgullo y la profesionalidad que la han convertido en una de nuestras grandes embajadoras. ¡Muchas felicidades Doña Letizia!