Alfredo Cornejo celebra su triunfo en Mendoza con el gobernador Rodolfo Suárez y la vicegobernadora electa, Hebe CasadoAlfredo Cornejo vive para la política, es su trabajo y su razón de ser. Tiene una vida ajetreada producto de su actividad pública, aunque cuando puede mira los partidos de Godoy Cruz y juega al fútbol con amigos. Es mediocampista, le gusta manejar la pelota, se para en el centro de la cancha y busca distribuir el juego: como en la política. Después de su triunfo en la elección de anoche, que lo convirtió por segunda vez en gobernador de Mendoza, su teléfono no para de sonar. Y en medio de la euforia se hace un momento para dialogar con Infobae. “Es la primera vez en la historia de la provincia que un gobernador va a tener dos mandatos”, expresa y agrega: “Eso me llena de orgullo”.Como buen mendocino, a Cornejo le gusta disfrutar del vino de su tierra. El Cabernet es su varietal predilecto, aunque también ranquea en los primeros lugares la mezcla de Cabernet con Malbec o con Merlot. Más allá de lo enológico, la vid es tema medular en la provincia, porque es un motor turístico y económico de la provincia. En ese sentido, el gobernador electo considera que un objetivo de su nuevo mandato es que Mendoza vuelva a crecer. Analiza que depende de la situación macroeconómica del país, pero que también es clave “tener un presupuesto provincial saneado”.El radical se impuso en la elección con el 40% de los votos y venció a Omar De Marchi, diputado nacional y candidato a gobernador de La Unión Mendocina, que obtuvo el 30%. Tras un interregno de cuatro años, en los que gobernó el también radical Rodolfo Suárez, Cornejo volverá al Sillón de San Martín el 9 de diciembre y consolida su liderazgo político en la provincia. “Es un gran desafío, porque hay una expectativa muy alta”, analiza el mandatario electo.Alfredo Cornejo y Luis Petri en un partido de fútbol amistoso, en MendozaPor la mañana, Cornejo y Hebe Casado, su compañera de fórmula, desayunaron con Suárez en la residencia oficial de la Gobernación, ubicada en La Puntilla, departamento de Luján de Cuyo. Fue el puntapié de la transición que se dará a lo largo de los próximos meses, previo al paso de mando entre los radicales. “Los votantes apostaron por un liderazgo probado de cara a la turbulencia que tendrá la Argentina y Mendoza”, explica sobre su triunfo, casi que con un guiño nacional.Cornejo es un dirigente cercano a Patricia Bullrich. La candidata a presidenta de JxC estuvo anoche en los festejos. Asistió al búnker de Cambia Mendoza en el Hotel Aconcagua y luego estuvo en los festejos que se hicieron en el salón El Casco, un salón en Godoy Cruz, donde hubo brindis, música y baile.“La veo muy bien a Patricia. La incorporación de Melconian en la propuesta económica, los triunfos en Chaco, Santa Fe y Mendoza refuerza nuestra línea argumental”, sostiene el senador nacional. Respecto a la posibilidad de que Bullrich ingrese al balotaje, considera que es “es muy posible” y asegura que “la elección no está definida”.En esa línea, sostuvo que ”por lo menos la mitad de los que lo votaron a Milei, lo hacen con miedo a que él no pueda manejar la situación”. La elección en Mendoza reforzó su peso en la UCR nacional. Para diferenciarse de quienes deslizan que la coalición se romperá si Bullrich no entra al balotaje, Cornejo manifestó que “JxC debe mantenerse unido en JxC en cualquier escenario” y sentenció: “Si ganamos las elecciones, como creo que podría pasar, la unidad estaría garantizada”— Usted ya gobernó la provincia. Este será su segundo mandato. ¿Qué representa para usted este triunfo?— Es la primera vez que un gobernador va a tener dos mandatos en la historia de Mendoza. Es algo que me llena de orgullo. No hubo ningún gobernador que haya gobernado ocho años la provincia desde su fundación, en 1561. Pero también es un gran desafío, porque hay una expectativa muy alta. Hay un deterioro económico fuerte en Argentina y Mendoza no puede abstraerse de eso. Hay una demanda de cambio de régimen económico y eso no es sin turbulencias en el futuro.— ¿Cuáles considera que son las claves de su victoria de anoche?— La clave es un gran triunfo en el Gran Mendoza, sobre todo en Las Heras y Guaymallén, pero también una muy buena elección en Luján de Cuyo, que es el distrito de Omar De Marchi, y en Maipú. También ganamos en el sur, en un departamento grande como San Rafael, de donde es Hebe Casado, nuestra candidata a gobernadora. La principal explicación que le atribuyo es que se apostó por un liderazgo probado en el crecimiento y en el turbulencia del país y de Mendoza.— ¿Cuáles es el principal desafío de gestión una vez que asuma?— La principal demanda es de crecimiento económico, tener una Mendoza más pujante.— ¿Y eso cuánto depende de Mendoza y cuánto de la macroeconomía a nivel nacional?— Depende bastante de la macro. Cuando ha habido un tipo de cambio competitivo, Mendoza ha crecido más que la nación. Cuando hubo superávit comercial o equilibrio fiscal, pasó en el 2005, 2006 y 2007, y Mendoza creció más que el país. Hay una posibilidad de que eso ocurra según cómo sea de exitoso el Gobierno nacional para controlar la inflación y tener una economía más sana. El presupuesto de Mendoza es de 1.023 millones de dólares para invertir en infraestructura, eso está disponible, y también es importante tener saneado el presupuesto. Hoy tiene equilibrio la provincia.— Como referente del radicalismo y hombre cercano a Patricia Bullrich, ¿qué significado tiene para JxC a nivel nacional este triunfo?— Al resultado en sí, como es una elección provincial, no le daría valor nacional. Pero la línea argumentativa que tenemos para ofrecerle a los Argentinos es que esta fuerza ofrece un cambio seguro y no a ciegas, no somos un salto al vacío. JxC tiene 10 gobernadores, legisladores nacionales. Eso no es poca cosa para promover los cambios que demanda la sociedad. Ese modelo requiere de poder político y esa línea argumental se fortalece con el triunfo en Mendoza.Patricia Bullrich, Alfredo Cornejo y Hebe Casado, vicegobernadora electa, en el búnker de Cambia Mendoza— ¿Cómo ve la campaña de Patricia Bullrich rumbo a las PASO? ¿Considera que debe ajustar algo de su estrategia?— La veo bien. La incorporación de (Carlos) Melconian en la propuesta económica, los triunfos en Chaco, Santa Fe y Mendoza refuerza nuestra línea argumental. Esta elección no está definida. Por lo menos, la mitad de los que votan a Milei lo hacen con miedo de que él no pueda manejar la situación.— ¿Considera que Bullrich tiene chances de entrar en el balotaje?— Sí, creo que sí. Me cuesta creer que el Gobierno pueda entrar al balotaje con este desastre económico. No entendí a los argentinos de traer de nuevo al kirchnerismo con Alberto Fernández. Otra vez comerse el mismo proyecto y tener esa opción en el balotaje me parecería un error garrafal de la sociedad Argentina.— ¿Qué piensa respecto a la actitud y a los rasgos políticos y personales de Javier Milei para con el periodismo y sus adversarios políticos? Si llegara a ser Presidente, ¿cree que puede ser un riesgo para la democracia que un Jefe de Estado tenga dificultades para interactuar con la oposición y la prensa?— Si la democracia depende de una sola persona, el sistema democrático no está firme en Argentina. Hay frenos y contrapesos que permiten que un presidente, así sea el más poderoso, cometa atropellos que pongan el riesgo el sistema institucional. Por eso, no veo un riesgo. Sí hay desvaríos democráticos de algunos líderes. Pasa en provincias de Argentina. Incluso, en algunas provincias no rige el sistema democrático en su concepción teórica. En el gobierno de Cristina, en el pasado, también sucedió que no atendía a la prensa. Pero no veo que eso sea un riesgo para la democracia. Lo que sí veo si Milei fuese Presidente es un gobierno que puede entrar en conflicto de gobernabilidad derivado de su propia debilidad, como en Perú. No es el escenario quiero para Argentina. Pero si Milei es Presidente, los gobernadores deberemos tener un papel de gobernabilidad. Pero hoy no es nada seguro que gane Milei.— ¿Usted lo conoce a Milei? ¿Alguna vez tuvo algún cruce con él?— No lo conozco a Milei. Lo vi una sola vez en un estudio de televisión, en 2021 y en privado fue cortés. Con lo cual, no sé cuál de los dos personajes es, si el que muestra en público como histriónico y agraviante o el otro que saludé en la TV.— ¿Hay responsabilidad de JxC, por la intensidad de la interna que tuvieron, en el triunfo de Milei?La sociedad está con mucha bronca por todas las vicisitudes que vive en su metro cuadrado, deterioro económico, devaluación de la moneda, de sus ingresos y en la capacidad de compra. Es injusto que la sociedad evalúe a todos por igual. En los últimos 20 años, 16 gobernó el kirchnerismo y sólo 4 JxC. Es probable que derivado de la PASO no se entendió la convivencia democrática entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Eso generó un descontento que permitió que se agrandara el cisne negro de Milei.— ¿Cómo ve al radicalismo de acá en adelante y qué rol considera que debe tener?— El radicalismo está muy bien después de haber ganado estas cinco provincias. El radicalismo debe mantenerse unido al PRO en Juntos por el Cambio bajo cualquier escenario, si no, desbalancea a la Argentina. Después de los populismos, sean de izquierda o de derecha, la demanda de la sociedad es al centro. No es hacia los extremos.— Hay dirigentes del radicalismo que coquetean con Massa o que deslizan en privado que después de las elecciones, JxC se romperá. ¿Qué piensa al respecto?— Si nos dividiéramos en una eventual derrota, estaríamos contribuyendo a desbalancear nuestro sistema político. Es obvio que si ganamos las elecciones, como creo que podría pasar, la unidad estaría garantizada. En la hipótesis de una derrota, nuestra contribución al sistema político argentino es mantenernos unidos y buscar el centro del espectro ideológico.— También hubo dirigentes del partido que consideraron que “es muy difícil que los radicales voten a Milei” si hubiese un balotaje con Massa. ¿Está de acuerdo con esas declaraciones Yacobitti? ¿Cuál es su visión?— No me representan esas declaraciones. Entiendo lo que quiere decir, pero me cuesta creer. El radicalismo es mucho más que el 2% que sacó Leopoldo Moreau cuando fue candidato a Presidente en 2003. Y mucho más que cuando sacamos el 7% con Ernesto Sanz en 2015. El simpatizante radical vota relativamente parecido al resto de la sociedad, en función de las opciones que se le atribuyen. Con lo cual, hablar en nombre de ese simpatizante radical es algo que no me atrevo a hacer. El error está en adelantarse y pensar que el balotaje va a ser entre Massa y Milei. Me niego a aceptar eso. Es elegir entre Frankenstein y Drácula no es una buena opción.— ¿Tiene intenciones de volver a presidir la UCR?— Es un discusión prematura. Primero hay que ver el resultado de las elecciones nacionales del 22 de octubre. A partir de allí, el radicalismo tiene que preguntarse antes de quiéne sea el presidente del Comité nacional, tiene que preguntarse dónde quiere estar en la etapa que viene en Argentina. Soy de los que quiere estar sin duda alguna en Juntos por el Cambio.
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