escucharescucharLA PLATA.- Desde que Alejandro Sabella se fue de Estudiantes, a principios de 2011, el club había buscado el éxito con entrenadores. De diferentes estilos, pero todos técnicos. Hasta que se dio cuenta de que necesitaba un arquitecto. Alguien que lo reconstruyera. El elegido, hace nueve meses, fue Eduardo Domínguez. Y el hombre que había edificado al primer Colón campeón de la historia, lo hizo de nuevo.Se puso al frente de un equipo desinflado y –a pesar de perder el clásico a los pocos días de su llegada– armó un conjunto Pincha ambicioso. Primero convenció al plantel. Con mucho trabajo y algunas charlas convincentes, sedujo a un grupo repleto de experiencia. Lo hizo enseguida. Mezcló jugadores jóvenes con veteranos y encontró un equipo confiable.Eduardo Domínguez, en la noche de Lanús: Estudiantes se coronó en la Copa ArgentinaTélamDespués persuadió a la gente. Con más resultados que discursos rimbombantes, el DT logró que los hinchas le creyeran. Lo aceptaron rápido y le dieron crédito, algo que muy pocos técnicos habían logrado desde el romance con Sabella. “Acepté por lo que se ve desde afuera: una institución seria, prolija, ordenada y con aspiraciones; con un gran plantel y con objetivos claros. Ese me parece que es el puntapié para lograr cosas, después es cuestión de tiempo”, expresó al asumir, en marzo pasado.Al arquitecto Domínguez, construir al campeón de la Copa Argentina le llevó nueve meses. Su primer proyecto fue un equipo ganador a nivel continental. Armó los planos y empezó a poner ladrillos en lo que pensaba que podía ser el campeón de la Copa Sudamericana. Clasificó invicto en el grupo, eliminó a Barcelona de Ecuador (5-2 en el global), se sacó de encima a Goiás de Brasil (categórico 5-0) y en los cuartos de final chocó contra la mala suerte. El Pincha brilló contra Corinthians, pero los palos y los penales lo dejaron afuera. ¡Afuera y lleno de bronca!Cuando todo era decepción, Domínguez avisó: “Teníamos tres competencias y hoy nos quedamos en el camino de una. Hay que levantarse porque tenemos dos competencias por delante”. Y agregó: “La cara de hoy muestra el camino que buscamos y lo que queremos ser. Me siento representado por estos jugadores”.Estudiantes campeón de la Copa Argentina: Eduardo Domínguez durante la premiaciónJORGE MATIAS BARAVALLE – FotobairesSin Sudamericana, le apuntó a la Copa Argentina. El entrenador diagramó un nuevo proyecto: sumar puntos en el torneo local para clasificarse para una copa internacional de 2024 y apostar fuerte a un torneo que a Estudiantes siempre le había sido esquivo. El desafío era complejo: el club platense nunca había pasado la barrera de los cuartos de final.Domínguez administró energías para que a esos partidos eliminatorios los titulares llegaran plenos. A los once días del fatídico encuentro ante Corinthians, el Pincha se enfrentó con Independiente por la Copa Argentina. A pesar de que la herida estaba abierta y recién se jugaba la instancia de los octavos de final, el DT convenció al plantel de que se trataba de un compromiso clave. Un paso trascendental para abrazar la gloria. La historia comenzó torcida, porque el Rojo de Avellaneda abrió el marcador, pero Estudiantes reaccionó. Lo empató y después lo ganó en los penales.Contra Huracán (2-0) y Boca (3-2) sufrió un poco menos. Domínguez encontró la verticalidad que su equipo había extraviado y metió al conjunto platense en una final. El desafío no era para nada sencillo: debía sortear a Defensa y Justicia, un club que en poco tiempo se acostumbró a jugar partidos importantes.Andújar y Boselli se despidieron de Estudiantes con la obtención de la Copa Argentina JORGE MATIAS BARAVALLE – FotobairesEl entrenador tomó decisiones importantes. Cuando podrían haber empezado como titulares Gastón Benedetti, Santiago Ascacibar y Mauro Boselli, se inclinó por Eros Mancuso, Franco Zapiola y Guido Carrillo. Cuando en la cancha todos imaginaban el ingreso de un mediocampista de contención para el segundo tiempo, puso a un revulsivo como Pablo Piatti. En el tramo final del encuentro no dudó en armar línea de cinco defensores. Trabajó la final y la ganó 1-0. Fue un campeón con su sello.“Muchas gracias por recibirme de esta manera”, les dijo Domínguez a los hinchas en medio de los festejos, desde el balcón de la Municipalidad de La Plata. La gente le respondió al grito de: “Olé, olé, olé, olé, barba, barba”. Los simpatizantes de Estudiantes están agradecidos y no es para menos. No es normal que un profesional de la construcción acepte el reto de edificar un campeón. Domínguez lo hizo. El arquitecto que el Pincha necesitaba.Los festejos de Estudiantes tras vencer a Defensa y Justicia y obtener la Copa Argentina 2023FotobairesMáximo RandrupSeguí leyendoCifras exorbitantes. Deportistas y contratos multimillonarios, un vínculo que suma cada vez mas dólares y no deja de romper récordsMaestro del rugby. De la falta de identidad de las franquicias a una preocupación: “No podemos descuidar nuestros puntos fuertes”Leyenda a los 85 años. El ganador de cinco Abiertos que no tenía zapatos para jugar y terminó codeándose con supercampeonesTemasEduardo DomínguezCopa ArgentinaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Eduardo DomínguezFesteja el León. Estudiantes es el campeón de la Copa Argentina y saca pasaje a la próxima Copa LibertadoresCierre de temporada. Se define la Copa Argentina: a qué hora se juega, qué premios otorga y las historias detrás de un duelo decisivoEl 5 goleador. 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