Requisas en penales: los lugares más insólitos donde escondieron los más de 2000 celulares hallados este año

CompartirEscucharPegados en el pelo, adentro de las puertas, en los cimientos, en los ductos y hasta del cuerpo, las personas privadas de su libertad se las rebuscan para tratar de no perder uno de los bienes prohibidos, y más preciados, dentro de los penales: un celular.Sin embargo, un cambio en legislación santafesina introducida a los pocos días de que Maximiliano Pullaro llegara al poder les puso las cosas más difíciles a los hombres y mujer detenidos en los penales de una provincia hackeada por el narcotráfico. El resultado del nuevo sistema de requisas, se hallaron y decomisaron, en promedio, 13 celulares por día en lo que va del año. Es decir, más de 2000 equipos telefónicos que estaban ilegalmente en manos de los delincuentes, fueron sacados de circulación. En toda la provincia, son 11 mil los presos.Algunos de los celulares encontrados en las requisas en los penales de Santa FeServicio Penitenciario de Santa FeUno de los últimos y más llamativo de los casos se dio esta semana en la unidad N° 5 en el Complejo Penitenciario de Rosario. “Lo que ocurrió fue que realizando una requisa en formato de saturación ordenada desde la sede central del Servicio Penitenciario provincial, a un total de cinco internas se les detectó metal adentro de su cuerpo”, explicó una fuente a LA NACION.“Luego, informadas del procedimiento, se las invitó a retirar los celulares. Hubo tres internas que accedieron y dos que no. Estas dos internas que no accedieron, conforme los protocolos establecidos, fueron trasladadas a la unidad N° 11 de Piñero para poder hacer uso del escáner específico que allí se encuentra”, siguió el relato de la fuente que estaba sorprendida por el accionar de las reclusas.Según detallaron: “Las dos pasaron por el escáner y se constató que en su interior había objetos metálicos con la exacta forma de los celulares. Por lo tanto, se procedió a activar los mecanismos legales pertinentes para poder proceder a realizar requisas intrusivas. Es decir, sacar de sus partes íntimas los dispositivos electrónicos. Recién, en ese punto, las dos reclusas decidieron sacar por sus propios medios los celulares y entregarlos”.Antes la sanción de la Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad, aprobada casi por unanimidad en las dos cámaras legislativas provinciales, en las requisas no se podía hacer revisiones tan a fondo como las que ocurrieron esta semana en uno de los 11 centros de detención con los que cuenta Santa Fe.Los dos celulares decomisados a las presas que los habían ocultado en sus partes íntimasServicio Penitenciario de Santa Fe“Mucho tiempo para pensar”“Adentro de las puertas, en los cimientos. No en el piso o en la tierra, en los cimientos de la obra, adentro y profundo. También en los ductos, que pueden ser de 5 metros o más. Dentro de televisores y hasta pegado con cintas en el cabello. No hay lugar donde no intenten esconderlos, tienen mucho tiempo para pensar estando presos”, detalló un investigador que participa de las requisas en las que los internos deben pasar por escáners y, en los penales en los que no hay esta tecnología, se hacen manuales.Ante la consulta de qué pasa cuando se encuentran celulares a los presos o a los familiares que quieren ingresar algun dispositivo en forma ilegal, explicaron: “Visitas no pueden ingresar a la unidad, algunos para siempre, otros por un plazo. Por el lado de los presos, se les hace sumarios”.Los presos son sacados de sus celdas por miembros del GOEPGob. de Santa FePrevio a la nueva ola de crímenes que sacudió a Rosario hace dos meses, las imágenes de presos santafesinos con el torso descubierto, sentados en el piso en hileras y rodeado de efectivos con armas largas y rostros tapados, se viralizaron e hicieron recordar el estricto régimen carcelario que Nayib Bukele instauró en El Salvador al poco tiempo de llegar a la presidencia de ese país, que era uno de los más violentos del mundo.“Cada vez la van a pasar peor”, había escrito en sus redes sociales Pablo Cococcioni, ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Santa Fe, junto a algunas de las imágenes de requisas en el penal de Piñero, donde están alojados varios de los presos de “alto perfil” vinculados a las principales bandas narcos de Rosario.En diálogo con LA NACION, una fuente del área de Seguridad de Santa Fe, habían explicado: “El objetivo de estas requisas, que son sorpresivas y aleatorias, es que el preso no esté tranquilo. Que el tipo esté todo el día pendiente de que le puede caer la requisa. Y cada vez se secuestra menos”.Cococcioni sumó: “Tenemos un plan de Seguridad, sabemos cómo llevarlo adelante y estamos trabajando para eso. Desde las cárceles salen las órdenes para hacerle la vida imposible a los santafesinos. Se terminó el tiempo de home office liberado, sin control y con empleados penitenciarios que eran apercibidos si molestaban a los presos. No vamos a retroceder ante las amenazas. Tenemos el mandato del pueblo santafesino para restaurar la tranquilidad de los vecinos. Los presos están presos, no vamos a aceptar ninguna extorsión y si no lo entienden, cada vez la van a pasar peor”.El GOEP con más posibilidadesA partir de los cambios, el Grupo de Operaciones Especiales Penitenciarias (GOEP) de la Policía de Santa Fe, realiza sus procedimientos con nuevos estándares. “Ni quien va a hacer la requisa ni quien será requisado saben dónde y cuánto va a ocurrir la requisa, para evitar que se filtren los procedimientos. Tampoco se puede identificar a los efectivos del GOEP que van a hacer los procedimientos, ya que están todos los rostros completamente tapados y en los uniformes solo tienen colocado un número distintivo y no el nombre y apellido”, explicaron a LA NACION.“En el penal de Piñero se encuentran alojados varios sicarios de la ciudad como Ariel Máximo ‘Viejo’ Cantero, socio fundador de Los Monos; Walter ‘Viejo’ González, líder de la banda que lleva su nombre en Capitán Bermúdez; el puntero narcopolítico Marcos Jeremías ‘Pato’ Mac Caddon, y varios ‘pesados’ del barrio Ludueña, como Franco ‘Milanesa’ Almaraz, Mauro Gerez y Andy Fabián Benítez”, detallaron en un comunicado difundido el fin de semana tras la primera de las dos incursiones.Los presos son sacados de sus celdas por miembros del GOEPGob. de Santa FeEn el primero de los dos operativos fueron requisadas 250 personas, incluyendo la revisión de rayos X a los internos que pudieran llegar a tener algún objeto oculto en el interior de su cuerpo. Las requisas son realizadas por los Grupos Tácticos Especiales de manera sorpresiva en todas las unidades, sin horarios ni días definidos. Como resultado de las requisas se secuestraron facas, celulares y chips que fueron puestos a disposición de la Justicia para su peritaje.“Un dato, no menor, mientras todo esto pasaba, ninguno dijo nada, tampoco hubo amenaza como venía pasando. Nadie se resistió. Las primeras veces que fuimos a fines del año pasado y en enero, cuando ingresábamos, había griterío y nos insultaban a más no poder. Hace tres semanas fuimos de nuevo con el gobernador, y solo dos presos gritaron: uno dijo ‘hagamos las pases, Cococcioni’ y el otro lo ‘gastó’ por la pelada a uno de los funcionarios, le dijo ‘cabeza de rodilla’”, detalló un integrante de la cartera de Seguridad que participó de una de esas visitas.LA NACIONTemasNarcotráficoConforme a los criterios deConocé The Trust Project

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