Steve Menking comenzó su carrera en Wall Street a los 20 años como operador de acciones en la compañía SMB Capital. Allí ganaba bien y tenía posibilidades de progresar. Sin embargo, sentía que ese tipo de trabajo, con largas y estresantes jornadas, no era lo que quería para su futuro. “No era el estilo de vida para mí”, aseguró. Tras reflexionar sobre qué era lo que realmente lo hacía feliz, renunció y encontró su verdadera vocación en la educación: “Me sentí llamado a enseñar”.Menking trabaja como tutor para una agencia y también fundó su propia empresa educativaFacebook: Steven MenkingLa “crisis del cuarto de vida” y una nueva carrera lucrativaMenking trabajó hasta los 25 años en Wall Street, cuando entró en lo que él describió una “crisis del cuarto de vida”. Tenía una carrera exitosa, ganaba bien y tenía posibilidades de crecer en la compañía para la que trabajaba, pero sentía que no encajaba en ese mundo de las finanzas, según contó en una entrevista con CNB Make it.Así, después de largas reflexiones, en 2014 renunció a su trabajo y decidió dedicarse a la enseñanza, una ocupación que cuando era estudiante había disfrutado y que le permitiría un mayor equilibrio entre su vida personal y profesional.Hasta los 25 años, Menking era operador de bolsa en Wall StreetGetty ImagesEnvió su currículum a agencias de tutoría en Nueva York y creó un perfil en la plataforma Wyzant, donde ofrecía sus servicios en matemáticas, finanzas y contabilidad a estudiantes de secundaria y universitarios. Al principio cobraba menos de 100 dólares por hora. Sin embargo, a medida que ganaba experiencia y buenas referencias, sus clientes y sus tarifas comenzaron a crecer.En 2017, comenzó a trabajar con Forum Education, una agencia que lo conectó con estudiantes de alto nivel y su ingreso anual tuvo un salto exponencial: pasó de US$95.000 a US$200 mil anuales.Ingresos de seis cifras, horarios flexibles y home officeEn 2023, gracias a su trabajo como tutor particular online, Menking ganó más de US$500 mil, una cifra que está en camino de igualar en 2024. Para obtener esas ganancias, tiene dos fuentes principales de ingresos: su trabajo con Forum Education y su propia empresa, Menking Tutoring LLC, que fundó en 2020 y con la que ofrece cursos de preparación para exámenes y capacitación corporativa.Su tarifa actual agregó en declaraciones al citado medio, alcanza los US$1000 por hora y se especializa en ayudar a estudiantes universitarios de carreras como finanzas a prepararse para exámenes y entrevistas laborales.Steven se dedicó a brindar tutorías personalizadas a estudiantes, una carrera flexible con la que obtiene grandes gananciasFacebook: Steven MenkingMenking detalló que los ingresos no son su única motivación. Ahora, en promedio, trabaja entre 20 y 25 horas por semana desde su casa en Connecticut, lo que le permite pasar más tiempo con su esposa e hijos.Si bien sus horarios varían según la temporada -en los meses de verano, cuando las escuelas están cerradas, trabaja unas 10 horas por semana, pero en períodos de exámenes pueden superar las 40 horas semanales-, remarcó que esta carrera le permitió alcanzar un “extraordinario equilibrio entre la vida laboral y personal”.Pero eso no es todo. Con las tutorías encontró un nuevo propósito en su vida. “No hay sustituto para despertarse todos los días, sabiendo que está sirviendo a los demás de una manera que se alinea con su experiencia única”, concluyó.LA NACIONSeguí leyendoAyuda alimentaria. En Florida: repartirán alimentos gratis en estas zonas durante diciembreRegistros históricos. Cuándo sería el día más frío del año en el sur de Florida, según ChatGPTA tres horas de Miami. El mejor destino de Florida para vivir y trabajar alejado de las grandes ciudades, según la IATemasEmprendedoresOtras noticias de Emprendedores“Somos una plastilina”. Las principales demandas de los emprendedores al GobiernoDesembarcó en la Argentina. Crearon una aplicación para dar respuesta a uno de los desafíos más nuevos de las empresas“Me tiré a la pileta”. Creó una marca en la industria del mate y lanzó un producto al que nadie se le animaba