Dicen que Carlos Menem dijo en una oportunidad: “Si decía lo que iba a hacer, no me votaba nadie”. Tal vez si Javier Milei hubiera dicho lo que realmente iba a hacer, no habría llegado a la Presidencia. O tal vez sí, porque la gente estaba cansada de la política tradicional y apostó por un outsider.Repasemos algunas de sus promesas de campaña:“Voy a dolarizar la economía. El peso es excremento que no sirve ni para abono”.“Antes de subir un impuesto, me corto un brazo”.“La casta va a pagar el ajuste”.“No voy a comerciar con países comunistas, incluida China”.Veamos el punto 1. En la campaña, Milei afirmó que tenía USD 10.000 millones asegurados por un gran fondo de inversión. Cuando un periodista le preguntó si ese dinero estaba garantizado para rescatar la base monetaria, respondió: “¿Querés que te muestre mi celular?”. Posteriormente, aseguró que muchos fondos lo llamaban para aportar a la dolarización, pero nunca reveló nombres, argumentando acuerdos de confidencialidad.Nunca aparecieron ni los USD 10.000 millones ni los USD 30.000 millones, y tampoco se concretó la venta de bonos del BCRA para cancelar los pasivos remuneradosLo cierto es que nunca aparecieron ni los USD 10.000 millones ni los USD 30.000 millones, y tampoco se concretó la venta de bonos del BCRA para cancelar los pasivos remunerados, como sostuvo en algún momento.Tras ganar las elecciones, anunció que Emilio Ocampo sería el presidente del BCRA para llevar adelante la dolarización y cerrar la entidad. Sin embargo, a los pocos días desplazó a Ocampo y nombró a Santiago Bausili. La política monetaria pasó a ser exactamente lo contrario a lo prometido, dejando a muchos con la sensación de que habían comprado la ilusión de ganar en dólares.De afirmar categóricamente que “el cepo no solo recorta la libertad y ataca la propiedad privada, sino que además atenta contra el crecimiento y es una fábrica de pobres e indigentes”, Milei pasó a decir en el Council of the Americas en agosto, ya como Presidente, que es falso que no se pueda crecer con el cepo. Esta afirmación fue repetida en varias ocasiones por el ministro Luis Caputo.Discurso y acciónQuizás lo más contradictorio de su gestión sea que, mientras sostenía que el Estado era su enemigo y que los precios debían ser libres, mantuvo medidas intervencionistas. En campaña, Milei calificó a los impuestos como una rémora de la esclavitud, pero en los hechos su administración intervino intensamente en la economía.El BCRA no solo continúa regulando la tasa de interés y el cepo, sino que además mantiene el control de cambios, obligando a los exportadores a liquidar sus dólares al tipo de cambio oficial, un precio fijado arbitrariamente. Esta medida confiscatoria sirvió para financiar gran parte del ajuste.El BCRA no solo continúa regulando la tasa de interés y el cepo, sino que además mantiene el control de cambiosEn otras palabras, los exportadores no pueden vender sus dólares libremente a quienes deseen importar, viajar al exterior, girar dividendos o simplemente ahorrar en divisas. El gobierno libertario obliga a los exportadores, como cualquier gobierno intervencionista, a liquidar sus dólares al precio establecido.Durante su campaña, Milei citaba frecuentemente a Friedrich Hayek y criticaba la “fatal arrogancia” de los gobiernos al intervenir en los mercados. Sin embargo, su administración replicó esta conducta, al fijar el tipo de cambio oficial y perpetuar los controles cambiarios.Suba de impuestos: Otra de sus promesas categóricas fue que “antes de subir un impuesto me corto un brazo”. Pero apenas asumió, aumentó el impuesto PAIS del 7,5% al 17,5% y lo extendió a más operaciones. Además, reinstaló Ganancias para la cuarta categoría, multiplicó por siete el impuesto a los combustibles líquidos y no pudo incrementar los derechos de exportación por falta de apoyo en el Congreso. El resultado fue un fuerte aumento de impuestos, en total contradicción con lo prometido.Relaciones con China: En cuanto a sus afirmaciones sobre no hacer negocios con países comunistas, una de las primeras decisiones de su gestión fue solicitar la renovación del swap con China. También envió a la entonces canciller Diana Mondino a negociar con autoridades políticas y económicas de ese país, como consta en el sitio oficial de la Cancillería (29 de abril de 2024).Ajuste y “la casta”: La promesa de que “la casta” pagaría el ajuste tampoco se cumplió. El equilibrio fiscal primario alcanzado este año se basó en una licuación del gasto público, aumento de impuestos, postergación de pagos, mayores tarifas, paralización de la obra pública y menores transferencias a provincias no alineadas con su gobierno, algo similar a lo que hizo Néstor Kirchner. En rigor, el ajuste de Milei guarda similitudes con el que realizó Eduardo Duhalde en 2002.Emisión monetaria y controles: Milei, que sostenía que “emitir es robar”, permitió una expansión de la base monetaria del 135,3% en los primeros 11 meses de su gobierno, equivalente a una tasa promedio mensual del 8%. En julio de 2024, anunció una política de emisión cero, argumentando que la compra de dólares a los exportadores generaba emisión y que esta sería contrarrestada con la venta de divisas en el mercado de Contado con Liquidación (CCL). Esto buscaba reducir la brecha cambiaria, que había alcanzado niveles cercanos al 50%. Sin embargo, en lugar de liberar el mercado de cambios para que exportadores e importadores operaran libremente, optó por intervenir en el mercado de CCL. Esto fomentó un importante carry trade, que podría desestabilizar el sistema cambiario cuando los inversores liquiden sus ganancias y retiren su capitalComparación con Duhalde¿Qué hizo Eduardo Duhalde en su momento? Salió de la convertibilidad, generó una llamarada inflacionaria y licuó buena parte del gasto público. También aumentó impuestos -como los derechos de exportación- y postergó pagos de intereses de la deuda pública.Por su parte, Milei generó una llamarada inflacionaria en diciembre mediante una devaluación, otra medida intervencionista. Tampoco liberó el mercado de cambios, fijó un precio arbitrario para el dólar, aumentó impuestos y postergó pagos a importadores y a Cammesa. La diferencia principal es que Duhalde tuvo la suerte de contar con un aumento en los precios internacionales de las commodities, mientras que Milei no tuvo ese viento de cola.Promesas incumplidasEn campaña, Milei prometió dolarizar la economía, combatir a “la casta” y no aumentar impuestos. En los hechos, no solo no dolarizó, sino que pasó de afirmar que el peso era “excremento” a declararlo como un símbolo nacional en el lanzamiento de su partido político.Por otro lado, estableció alianzas con sectores que definía como parte de “la casta”, incorporando a su gabinete figuras provenientes incluso del kirchnerismo.Estableció alianzas con sectores que definía como parte de “la casta”, incorporando a su gabinete figuras provenientes incluso del kirchnerismoEn cuanto a los impuestos, su equipo asegura que no pueden reducirse por el momento, a pesar de que la elevada presión tributaria sigue afectando el crecimiento económico.En definitiva, Milei, como otros presidentes antes -Carlos Menem, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández-, tuvo un discurso para ganar las elecciones, pero en el primer año en el poder hizo apenas algo diferente a lo prometido.Aunque levantó la bandera del liberalismo, su gestión se caracterizó por un marcado intervencionismo, replicando políticas que solo perpetúan los problemas heredados.Esta película, lamentablemente, ya la vimos.
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