El MAR abre la temporada artística en la Costa Atlántica con “Lo que la noche le cuenta al día”

MAR DEL PLATA.– Las velas de un barco que son pinturas, una serie de anzuelos gigantes oxidándose en sal, abstracciones de mapas y otras obras de arte esperan a los veraneantes de Mar del Plata en la muestra principal de la temporada. Se trata de Lo que la noche le cuenta al día del Museo Provincial de Arte Contemporáneo (MAR), que presenta un panorama del arte argentino y cuenta con la curaduría conjunta de Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes, y Diego Sileo, curador del PAC de Milán, y forma parte de la agenda de conmemoración de los diez años del museo y la celebración por los 150 años de la ciudad. Podrá visitarse de martes a domingos, con entrada gratis.Obras de Leandro Erlich y de Graciela Sacco, de la serie “Bocanada”, que acaba de comprar el PompidouGentileza Museo Mar/Horacio VolpatoLa exposición va por su tercera versión, en una itinerancia que comenzó en el Pabellón de Arte Contemporáneo de Milán, y siguió por Fundación Proa. “Nos interesan estas derivas, estas mutaciones de la muestra. Si bien se mantiene el concepto, que es lo importante, y los artistas van cambiando algunas obras, la muestra se adapta y dialoga con cada arquitectura de los lugares expositivos. Hicimos un diseño para el PAC, que es un centro de arte lindísimo de mitad del siglo XX, moderno y racionalista. Después hicimos una segunda versión en Proa, y ahora esta última puesta para el MAR, que es un espacio diferente, con grandes salas, mucha altura, con fugas hacia el exterior. A nosotros nos desafía y nos interesa que la muestra vaya modificándose en relación con el espacio. En ese sentido, hay varias obras nuevas”, explica Duprat.Marta Minujín con el registro del Partenón de libros prohibidos, Andrés Duprat y Victoria OnettoGentileza Museo Mar/Horacio VolEl guión señala que “el conjunto puede ser leído como un catálogo de representaciones de diversos modos de crítica social y de diferentes formas de violencia, captadas por la antena sensible de los artistas a través de obras creadas en múltiples formatos y técnicas”. Cambió la performance de apertura. En Milán y Proa, Mariana Bellotto y el Grupo Performático Sur presentaron Mundo de Mierda. En esta oportunidad, la pieza se llama La Requisa, y tuvo un costado político y crítica social. Se repetirá con cierta frecuencia durante toda la muestra.Obras de Eduardo Basualdo y Alberto GrecoGentileza Museo Mar/Horacio VolpatoOtra obra inédita es la del marplatanse Nicolás Robbio, Plano expandido. “Estaba programada para el PAC de Milán, y no había una pared de las dimensiones que él necesitaba. Después también pensamos incluirla en Proa y pasó lo mismo, y recién ahora en el MAR, con esas dimensiones monumentales, la pudimos colocar”, cuenta Duprat. Es una gran instalación de alambres numerados en la pared, que parece una escritura. Son los calcos de las fronteras del mundo: cuando se las ve en conjunto se entiende cuáles fueron establecidas de manera natural, siguiendo el curso de ríos o laderas de montañas, y cuándo fueron trazadas de manera arbitraria, como una línea recta.Performance realizada por el Grupo Performático Sur, dirigido por Mariana BellottoMauro V. RizziMatías Duville, quizá el artista marplatense más internacional, sumó dos obras nunca vistas en la Argentina: un gran dibujo que había presentado en la Bienal de Sidney y una instalación inédita de unos anzuelos enormes oxidados sobre sal. “Duville pasó varios días armando esta coreografía de piezas hasta que logró la disposición que él quería. Conseguir esta cantidad de sal fue otro gran desafío de este montaje”, cuenta Valeria Semilla, coordinadora de la exposición. “Se buscó que los artistas jóvenes pudieran hacer sites specifics que en otras circunstancias no habían podido, y pudimos hacerlo con la complejidad que significa. El personal del museo también pudo intervenir y reaprender muchas cosas con artistas internacionales”, contó.Instalación de Matías DuvilleMauro V. RizziOtra obra que ganó con la escala del MAR es la de Mariela Scafati. “En Milán estaba ligada a la arquitectura, al lado de una escalera y una baranda, realmente se veía muy diferente. Acá se ve increíble, uno enseguida posa la vista en estas pinturas rosas, pero ves esa especie de estructura, entre marinera y bondage, de sogas que la sostienen desde los techos altísimos”, cuenta Duprat. Parecen las velas de un barco.Obras de León Ferrari en el ingreso a la muestraGentileza Museo Mar/Horacio VolpatoLa muestra incluye a los grandes popes del arte local. No está Lucio Fontana, pero sí, por ejemplo, la serie Bocanada (1993) de Graciela Sacco, la misma que acaba de adquirir el Centro Pompidou de París. De León Ferrari no se pudo exponer en esta edición la icónica obra La civilización occidental y cristiana, pero, en cambio, se ve un mural escalofriante, Nosotros no sabíamos, en la que Ferrari recopiló artículos que los periódicos de 1976 publicaron sobre la primera época de la represión desatada por la junta militar. Publicados en su mayoría como noticias policiales, los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas se hacen visibles: cuerpos que aparecían cerca del río o en descampados, personas que buscaban familiares perdidos, refugiados en las embajadas. “Son las noticias que lograron pasar el tamiz de la censura, o que se dejaron pasar como mensajeras del terror”, escribió Ferrari sobre esta serie en 1992.También la obra de Jorge Macchi trabaja con noticias: Doppelganger son unos murales de texto con caja en forma de pato, unidos por una frase en común; están sacados de los policiales de los diarios. Leandro Erlich y Eduardo Basualdo suman instalaciones paradojales.Obra de Liliana PorterGentileza Museo Mar/Horacio VolpatoDe esos tiempos también es la obra de Adriana Bustos, que pone en espejo una filmación de las olimpíadas de 1936 organizadas por el nazismo, Olimpia, y la entrega de premios del mundial de 1978, escalofriante por los puntos de contacto: “Cuando vi ese material sentí que ya había visto antes toda esa coreografía; revisé el archivo y los primeros trece minutos de la transmisión de ATC tienen una similitud espeluznante. La obra es una reflexión sobre la propaganda política. El tiempo histórico es vestibular, ni circular, ni cíclico, sino que sube, baja, entra, sale… todo está ahí y por momentos aparece y desaparece”, explicó la artista, presente en la inauguración.Un video en el que Marta Minujín habla sobre su obraGentileza Museo Mar/Horacio Volpato“La obra de Marta Minujín también es nueva en esta puesta –continúa Duprat–; si bien en Milán presentamos toda la documentación del Partenón de libros prohibidos de Buenos Aires del 83, aquí nos interesó presentar las dos versiones, junto a la de Kassel de 2017, con videos y fotografías”. En la puerta, su icónico lobo marino de alfajores está recién restaurado. En una vitrina, libros censurados. “Vamos a hacer lecturas públicas durante el verano”, adelantó Semilla.Marta Minujín y Victoria Onetto con obra de Cristina PifferGentileza Museo Mar/Horacio VolpatoEspacio disponible se lee en el cartel de inmobiliaria de Liliana Maresca. Una pared que se cae a pedazos con la vibración que hace temblar la sala: Derrumbe, de Juan Sorrentino. Un hombrecito que trata de romper una tarima que lo multiplica en tamaño, de la serie de Trabajos Forzados de Liliana Porter. Otras obras de Tomás Saraceno, Adrián Villar Rojas, Alessandra Sanguinetti, Alberto Greco, Ana Gallardo, Miguel Rothschild y Cristina Piffer completan el panorama. “No es una historiografía lineal, sino compleja y dinámica, como son estos tiempos”, señala Semilla.Para agendar:Lo que la noche le cuenta al día, hasta marzo en el Museo Provincial de Arte Contemporáneo de la Provincia de Buenos Aires (MAR). De martes a jueves de 10 a 16; sábados y domingos de 14 a 20, con entrada gratis, en Av. Felix U Camet y López de Gomara, Mar del Plata.Por María Paula ZacharíasSeguí leyendoBalance 2024. 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