Cuando parecía que Franco Colapinto iba a mirar la Fórmula 1 en 2025 desde el paddock de Williams como piloto reserva de Alex Albon y la flamante incorporación de Carlos Sainz, se hizo oficial su desembarco en uno de los equipos que luchó por el sexto puesto entre los Constructores la temporada pasada. La escudería Alpine, de la mano de Flavio Briatore, el experimentado asesor italiano, sumó al talento argentino que generó mayor impacto en la categoría tras sólo nueve carreras.Más allá de los detalles de las negociaciones, que se alargaron en el tiempo y recién ahora en el comienzo del 2025 llegó el acuerdo entre las partes, hay que decir que Colapinto se sentará en una butaca con historia y tradición a pesar de que la próxima será la campaña número 5 del equipo con el nombre que tiene en la actualidad. En 2021, Alpine debutó en la F1 y marcó un nuevo capítulo con Fernando Alonso y Esteban Ocon como pilotos.La marca francesa, que heredó la estructura de Renault en Enstone, rememora los días de gloria de los títulos mundiales de pilotos conquistados por el español en años consecutivos (2005 y 2006). Pero para comprender cómo Alpine se convirtió en uno de los equipos en la Máxima, es esencial repasar sus orígenes y evolución, atravesando décadas de desafíos y reinvenciones. Y con nombres de la talla de Ayrton Senna y Alain Prost, dos leyendas de los 75 años que cumplirá la Fórmula 1 durante la presente temporada que se pondrá en marcha en marzo próximo en Australia.Jean Rédélé fundó Alpine en junio de 1955 en Dieppe, Francia, inspirado por su pasión por los automóviles y la competición. Hijo de Emile, un mecánico que trabajó en sus mejores épocas en la automotriz Renault, Rédélé tuvo una rápida incursión en el mundo de los coches tras la Segunda Guerra Mundial. Aprovechó los vehículos militares estadounidenses abandonados en Francia y reconvirtió modelos de General Motors y Dodge. Sin embargo, fue el Renault 4CV el que marcó su destino.Con apenas 24 años, Rédélé se convirtió en el vendedor más joven de Renault en Francia y en un piloto destacado. Así fue que en 1950 ganó el Rally de Dieppe con el mencionado modelo modificado, que posteriormente mejoró en colaboración con el diseñador italiano Giovanni Michelotti. Este éxito marcó el inicio de la filosofía Alpine: crear coches ligeros y aerodinámicos que ofrecieran placer al volante.En 1955, tras registrar la Société des Automobiles Alpine, Rédélé lanzó el A106, basado en el Renault 4CV. Este modelo marcó el comienzo de una relación simbólica con Renault, que dio inicio a ganar notoriedad en el mundo del automovilismo. A inicios de los años 60, Alpine presentó el A108 y, sólo dos años más tarde, su icónico A110, que se consolidó como un referente en los rallies.En ese sentido, Alpine brilló en el rally durante la década del 60 y principios de los 70, y alcanzó la cúspide en 1973 al ganar el primer campeonato mundial de constructores de la categoría gracias a seis victorias. Pero, más allá de esta especialidad del automovilismo, y antes de convertirse en Renault y más tarde en Alpine, la historia de la escudería tiene sus raíces en Toleman Motorsport, un equipo que se transformó en un ícono con el paso de los años.Fundado por los hermanos Ted y Bob Toleman, el equipo tuvo su desarrollo en la F1 entre 1981 y 1985. Durante su breve paso por la categoría, el team británico dejó una huella imborrable por quedar como la estructura en la que Ayrton Senna debutó en 1984. Ese año, el que para muchos es el mejor deportista en la historia de Brasil demostró su extraordinario talento al obtener tres podios en los Grandes Premios de Mónaco, Gran Bretaña y Portugal. Su actuación en el circuito del Principado bajo una intensa lluvia -terminó primero, pero una decisión de los comisarios deportivos le dio la victoria a Alain Prost- es para los fanáticos de la F1 como una de las pruebas de valor y coraje más relevantes de una época de oro.En 1985, ya sin Senna en la escudería, Toleman fue vendido al patrocinador United Colors of Benetton, marcando el fin de su existencia como equipo independiente. Este cambio fue el primer paso hacia la creación de Benetton Fórmula, que más tarde se transformaría en Renault y finalmente en Alpine, tal como lo conocemos hoy.Antes de ese comienzo, hay que remarcar que el debut de Alpine en la Fórmula 1 se gestó en 1968 con el modelo A350. Sin embargo, Renault descartó el proyecto debido a la falta de competitividad de su motor Gordini frente a los dominantes Cosworth. Ya en los años 70, la automotriz francesa desarrolló un motor turbo V6 para el prototipo Alpine A500, que sirvió como plataforma de pruebas. Este desarrollo culminó en 1977 con el debut del Renault RS01, el primer coche de F1 equipado con un motor turbo.En 1973, la crisis del petróleo afectó gravemente a Alpine, lo que llevó a Renault a adquirir el 70% de sus acciones. Esta compra marcó el inicio de una nueva etapa en la que Alpine se integró a Renault Sport, liderado por Gérard Larrousse. Aunque Alpine se retiró de las competencias en los años 80, su legado continuó a través de Renault en una alianza que marcó el camino de una larga trayectoria.En su primera etapa en la Fórmula 1 como equipo, Renault mostró un progreso constante. Para 1979, el equipo ya había alcanzado el sexto lugar en el Campeonato de Constructores. Sin embargo, el verdadero impacto llegó con la incorporación de Alain Prost en 1981. En su octava carrera, el cuatro veces campeón (tres con McLaren y uno con Williams) logró ganar por primera vez en el GP de Francia. Su papel fue clave para consolidar la estructura como un contendiente serio. Bajo su liderazgo, Renault alcanzó el tercer lugar en el Campeonato de Constructores en 1981 y 1982, y logró el subcampeonato en 1983, quedando a solo 10 puntos de Ferrari.Fue una época en la que la empresa francesa fabricante de automóviles amplió su presencia en la Fórmula 1 como suministrador de motores a Lotus, a los que luego se sumaron otros equipos de la época como Ligier y Tyrrell. Frente a las complicaciones, que se acrecentaban en la estructura, Renault se retiró como escudería en el 86 y, un año más tarde (1987), cesó su función como proveedor de impulsores, lo que marcó el fin de una primera etapa hasta su reaparición en los 90 con exitosas alianzas con varios equipos como Williams, McLaren y Benetton. La misma que significó el regreso a la Máxima.Renault volvió a la F1 en 2002 tras adquirir el equipo Benetton, con Flavio Briatore como director. La dupla de pilotos en esa primera etapa incluyó a Jenson Button y Jarno Trulli, quienes finalizaron en el séptimo y octavo puesto, respectivamente, durante la temporada 2002 al volante del R202.Pero de cara a la temporada 2003 se produjo una contratación que marcó los comienzos del siglo XXI. Gracias a la visión de Briatore, el equipo incorporó a un joven Alonso, quien logró la primera pole, el primer podio y la primera victoria de la nueva era. El español, entonces el más joven en alcanzar estos hitos en la categoría, demostró su potencial y al poco tiempo celebró un histórico bicampeonato (2005-2006) en pilotos y constructores, sobre todo por la lucha en el segundo título mano a mano con la Ferrari de Michael Schumacher.Ya en 2007, Renault experimentó una de sus temporadas más difíciles, sin lograr victorias por primera vez desde 2003 y descendiendo en el Campeonato de Constructores. Aunque Fernando Alonso regresó en 2008 tras su paso por McLaren, el equipo quedó marcado por el escándalo “Crashgate” en 2009, cuando Nelson Piquet Jr. provocó deliberadamente un accidente en Singapur para favorecer a Alonso. Este hecho derivó en la salida de Flavio Briatore y Pat Symonds, así como en la pérdida de uno de los patrocinadores clave (ING).Tras ese conflicto, la automotriz francesa vendió una gran parte del equipo, que compitió bajo el nombre Lotus Renault GP. En 2012, se convirtió simplemente en Lotus F1 Team, aunque Renault siguió siendo el proveedor de los impulsores. Luego de varias campañas, en 2015 la empresa volvió a comprar el equipo Lotus, que enfrentaba una grave crisis financiera, por una suma simbólica de una libra esterlina, asumiendo también sus deudas.El equipo fue renombrado Renault Sport F1 Team y comenzó un proceso de reconstrucción que se completó en 2021 cuando reapareció la marca Alpine, en la búsqueda de revitalizar su presencia en el deporte. Este cambio coincidió con la llegada de inversores como el actor Ryan Reynolds y el golfista Rory McIlroy, quienes adquirieron una participación del 24% en el equipo por una suma de 200 millones de euros. Además, en 2024, la vuelta de Briatore en carácter de asesor le dio un impulso a las especulaciones sobre el futuro. Hacia el final de la última temporada, Renault hizo un anuncio que marcó una nueva despedida de la F1, ya que dejará de fabricar motores para 2026, año del cambio de reglamento.“Lo que siempre cuenta en la F1 son los resultados. Quiero que se me juzgue por mis resultados. Volví a la Fórmula 1 para ganar. No vine aquí para hacer turismo. Ya di la vuelta al mundo 20 veces. Eso no es lo que me divierte. Lo que me divierte es ver a mi equipo ganar el campeonato o luchar por él”, aseguró Briatore.“Llegué en junio. Llevábamos dos puntos en el campeonato. Empecé a aplicar lo mismo que hice en Benetton hace treinta años, eso es todo. Hoy, nuestros objetivos son claros: hacerlo siempre mejor. En 2024, terminamos sextos. Es una excelente noticia porque nos da mucho más dinero que el noveno puesto. La próxima temporada, tenemos que terminar quintos en la clasificación de constructores por delante de Aston Martin. En 2026, deberíamos aspirar a podios y victorias. Y en 2027, el título”.El camino está marcado para Alpine en la Fórmula 1. Al menos en la voz de su principal asesor, el mismo que quedó impactado por Franco Colapinto y, tras arduas gestiones, logró su cometido de sumarlo a una estructura que buscará sumarse al grupo de candidatos al título en la categoría top del automovilismo mundial.