Un reciente informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos ha revelado datos preocupantes sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol, incluso en cantidades consideradas moderadas. Según el análisis, consumir más de una bebida alcohólica al día aumenta de manera significativa el riesgo de muerte prematura. Este estudio forma parte de una revisión exhaustiva que busca actualizar las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, un conjunto de recomendaciones clave para las políticas públicas y normativas en el ámbito de la salud y la alimentación.El informe detalla que el riesgo de muerte atribuible al alcohol se incrementa considerablemente con el consumo semanal. Para hombres y mujeres que ingieren más de siete bebidas alcohólicas a la semana, el riesgo de fallecimiento relacionado con el alcohol es de 1 en 1.000. Sin embargo, este riesgo se multiplica a 1 en 100 si el consumo supera las nueve bebidas semanales. “Una vez que se supera una bebida diaria, el riesgo de muerte relacionado con el alcohol ya está por encima del uno por ciento”, afirmó el Dr. Timothy Naimi, director del Instituto Canadiense de Investigación sobre el Uso de Sustancias y coautor del informe.Este análisis, basado en datos sobre enfermedades, lesiones y mortalidad atribuibles al alcohol, podría tener implicaciones importantes en las regulaciones futuras. Las recomendaciones actuales sugieren que los hombres no deben consumir más de dos bebidas alcohólicas al día y las mujeres, una. Sin embargo, los hallazgos podrían derivar en una revisión de estas pautas.Impacto en las políticas públicas y reacciones de la industria del alcoholEl informe se posiciona como un documento con el potencial de influir en diversas áreas de regulación, incluidas las normativas de etiquetado de bebidas alcohólicas que supervisa la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, no todos los sectores han recibido este informe de manera positiva. La Distilled Spirits Council of the United States, una coalición que agrupa a los productores de bebidas alcohólicas, ha expresado su descontento con los resultados y el proceso de elaboración del documento.En un comunicado, el Consejo calificó el informe como “defectuoso” y “opaco”, alegando que algunos de los expertos involucrados mantienen vínculos con organizaciones internacionales que abogan contra el consumo de alcohol. Además, cuestionaron la legitimidad del panel, argumentando que no contaba con autorización ni financiamiento del Congreso. Estas críticas reflejan las tensiones entre los sectores de la salud pública y la industria, en un debate que podría intensificarse si las Guías Alimentarias adoptan límites más estrictos al consumo de alcohol.El alcohol como factor de riesgo en enfermedades y lesionesEl informe federal no solo subraya el riesgo de muerte prematura, sino que también destaca cómo el consumo de alcohol contribuye a enfermedades graves y lesiones accidentales. Entre las principales afecciones vinculadas al alcohol se encuentran diversos tipos de cáncer, como los de hígado, mama, colon, boca, garganta y esófago. Según el análisis, incluso una bebida diaria puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar estas enfermedades. En el caso de las mujeres, el consumo de alcohol incrementa el riesgo de muerte por cáncer de forma comparable o incluso mayor que el riesgo de lesiones fatales.En los hombres, las lesiones representan una proporción significativa del riesgo de muerte relacionado con el alcohol, incluyendo accidentes de tráfico, caídas y actos de violencia como agresiones o suicidios. Además, el cáncer constituye aproximadamente un tercio del riesgo adicional de muerte en hombres que consumen alcohol. Según los autores del estudio, estos datos reflejan cómo los riesgos del alcohol varían ampliamente en función de factores como el género, la genética y la salud general de cada individuo.Controversias sobre los beneficios del consumo moderadoAunque el informe se enfoca en los riesgos del alcohol, también menciona que, en casos específicos, el consumo moderado podría tener beneficios limitados. Por ejemplo, las personas que consumen una bebida diaria presentan un riesgo ligeramente menor de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico en comparación con quienes no beben. Sin embargo, este beneficio desaparece si el consumo aumenta a dos bebidas diarias. “Beber en niveles que muchos consideran moderados puede, de hecho, ser moderadamente riesgoso”, afirmó el Dr. Naimi.No obstante, los riesgos asociados al consumo de alcohol no son uniformes y pueden variar entre individuos. Factores como el tabaquismo, la dieta, el nivel de actividad física, la obesidad y la presencia de infecciones como la hepatitis C influyen significativamente en la forma en que el alcohol afecta la salud. Estos elementos complican la tarea de emitir recomendaciones universales, ya que el impacto del alcohol es profundamente individual.El futuro de las Guías Alimentarias y las implicaciones políticasLas Guías Alimentarias para los Estadounidenses son actualizadas cada cinco años por comités de expertos, y los hallazgos del reciente informe serán una pieza clave en la próxima revisión. Este año, también se publicó un análisis complementario de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina, que refuerza las preocupaciones sobre los efectos nocivos del alcohol.Sin embargo, no está garantizado que las recomendaciones sean adoptadas de manera inmediata. En 2020, una propuesta para limitar el consumo de alcohol a una bebida diaria para todos los estadounidenses fue rechazada, citando la falta de evidencia concluyente. Este precedente sugiere que las decisiones relacionadas con las Guías Alimentarias pueden estar influenciadas no solo por datos científicos, sino también por consideraciones políticas y económicas.El informe federal pone en evidencia la necesidad de un debate informado sobre el consumo de alcohol y sus implicaciones para la salud pública. Como señaló el Dr. Naimi, el objetivo principal no es fomentar restricciones drásticas, sino proporcionar información basada en evidencia que permita tomar decisiones informadas en beneficio de la población.