Categories: cultura

Cómo es “Aún estoy aquí”, la película brasileña que puede ganar más de un Oscar

“La literatura, la música y el cine son instrumentos para crear memoria, pero, sobre todo, son instrumentos contra el olvido”, afirma el director brasileño Walter Salles, director de Aún estoy aquí (Ainda estou aqui), película que recibió tres nominaciones a los Oscar.El largometraje narra la historia de la familia Paiva, que, como muchas, vio su rutina interrumpida a manos del régimen militar que azotó el país suramericano entre 1964 y 1985. Compuesta de varias tomas analógicas –algunas grabadas por los propios actores– que permitieron “recuperar la textura de los años 70”, la película busca construir memoria, ya que relata “lo que sucede en una dictadura militar a través de la óptica de una familia”.Para el realizador de Diarios de motocicleta y Estación Central, es a través de la vida del matrimonio de Rubens y Eunice Paiva y sus cinco hijos, protagonistas de la película, que se puede contar una historia de Brasil que “estaba sumergida”.Ainda estou aqui, basada en el libro homónimo de uno de los hijos de la familia, Marcelo Rubens Paiva, ha llenado las salas de cine brasileñas con más de tres millones de entradas vendidas, pero también abrió un debate sobre la recuperación de la memoria de las víctimas de la dictadura.A diferencia de otros países de Latinoamérica, como Argentina y Chile, que llegaron a sentar en el banquillo de los acusados a sus militares, Brasil negoció una amnistía, lo que hasta el día de hoy genera roces en el seno social y político.“Esta amnistía es, con el tiempo, una amnesia. No crea un marco entre un antes y un después”, explica el director, quien afirma que, en cierto modo, la película tuvo éxito, ya que presenta “una comprensión precisa de la memoria de aquel periodo”. Sin embargo, Salles ve que las cosas de a poco van cambiando y que la sociedad y las instituciones brasileñas van “cuestionando ese olvido colectivo”.Por ejemplo, el brasileño celebra una nueva norma que establece que las víctimas de la dictadura deberán tener en sus certificados de defunción que la causa de muerte fue “antinatural, violenta, provocada por el Estado brasileño”.Para el director, la objetividad fue un problema, ya que él conoció a la familia Paiva, por lo que admite que “fueron muchas las capas de memoria con las que ha tenido que lidiar” para escribir el guion.Por eso tardó casi siete años en contar más de 30 años de trayectoria de esta familia residente de Río de Janeiro, y considera que el resultado final logra abarcar correctamente sus momentos de “luz, angustia y reinvención”.Un pedazo de la historia de Brasil A pesar de que la película ya ganó varios galardones, como mejor guion en el Festival de Venecia o el Globo de Oro a Fernanda Torres por mejor actriz de drama, Salles considera que una de sus mayores alegrías fue ver que una “historia tan brasileña hizo eco en otras latitudes”.“Es una gran alegría. Este es un momento de celebración para todos los que lo logramos en Ainda estou aqui, pero también para la cultura brasileña, porque en la película tienes literatura y música brasileña, tienes a los actores y artesanos del cine brasileño”, cuenta.Pero además, es la primera vez que una película brasileña es nominada a mejor filme iberoamericano en los Premios Goya, lo que para Salles ya representa “algo histórico”.“Fue una alegría, primero, por la admiración que tengo por el cine español, por los actores y los realizadores extraordinarios que España nos ha dado. He aprendido mucho con el cine español y participar de este premio es un honor”, afirma el director oriundo de Río.Cómo es “Estoy Aquí”En Aún estoy aquí, Walter Salles introduce al público en la cálida cotidianidad del hermoso hogar de Eunice (Fernanda Torres) y Rubens Paiva (Selton Mello), en la Río de Janeiro de los años 70, donde sus cinco hijos corren libremente entre la playa y su casa. La vida es tranquila pero caóticamente afectuosa, llena de cariño, bromas familiares suaves y distintas etapas de la vida (uno está a punto de perder un diente, otro a punto de ingresar a la universidad). Parece que siempre hay alguien con el cabello mojado, cubierto de arena o trayendo a un callejero desaliñado, como lo hace el menor de los hijos, Marcelo, en el hermoso inicio de la película. Incluso si su vida técnicamente está a mundos de distancia de cualquier persona en la audiencia, se siente familiar y cercana.Cualquiera que se acerque a Aún estoy Aquí seguramente sabrá que esta tranquilidad doméstica no se mantiene ni puede mantenerse. Eran aproximadamente siete años de la dictadura militar en Brasil, que duraría hasta 1985. Y aunque la película sugiere que había una apariencia de normalidad en el día a día, también hay signos ominosos de cambio y opresión: informes en las noticias sobre embajadores secuestrados y controles de tráfico “aleatorios” tensos que sufre una noche la hija mayor. Algunos ciudadanos de izquierda están planeando salir del país, pero la familia Paiva no tiene prisa. Incluso están planeando construir un nuevo hogar.Así que cuando tres hombres vestidos de civil entran a su casa una tarde y le dicen a Rubens, un exdiputado de izquierda, que necesita presentarse para ser interrogado, sucede con poco incidente. Todos están en guardia —no son ingenuos—, pero se percibe que Eunice cree que volverá esa noche. Quizás incluso al día siguiente. Rubens se muestra tranquilo al cambiarse a una camisa de vestir y una corbata, y al mentir a su hija diciéndole que va a la oficina, a pesar de que es un día feriado. Pero también saborea ese momento con ella, quizás porque sabe que es probable que no regrese.La película está basada en un libro de memorias escrito por Marcelo, el hijo de Paiva, pero no hace falta saberlo para darse cuenta de que es, ante todo, un relato de memoria. Es profundamente personal y está impregnada de una ternura que es extremadamente difícil de ver o apreciar en el momento. Y aunque ciertamente está idealizada y cargada de nostalgia, aceptamos cualquier posible embellecimiento porque todos deseamos eso para nosotros mismos: poder reconocer realmente lo que tenemos antes de perderlo.Fuentes: EFE y AP[Fotos: Reuters/ Louisa Gouliamaki; EFE/ EPA/ Fabio Frustaci; Vértigo Films/ EFE; Sony Pictures Classic vía AP; Alile Onawale/Sony Pictures Classic via AP]

Fuente

adminabig

Share
Published by
adminabig

Recent Posts

Diego Fenoglio, fundador de Rapanui, en La Escalada: “Si sos un apasionado de lo que hacés, te va a ir bien”

Tenía cuarenta años y había algo que le hacía ruido, que no compatibilizaba con su…

16 minutes ago

Detenidos en un sólo día 956 migrantes sin documentación en Estados Unidos

Las autoridades de Estados Unidos han anunciado que durante la jornada de este domingo han…

17 minutes ago

Javier Milei acompañará a la comunidad judía en un acto por el Holocausto y luego definirá al nuevo procurador del Tesoro

El presidente Javier Milei tendrá este lunes una intensa agenda de actividades que incluirá su…

17 minutes ago

Hernán Barcos agradece a Liga de Quito y Alianza Lima por reconocimiento en la Noche Blanca 2025

Hernán Barcos volvió al estadio Rodrigo Paz Delgado, donde engrandeció su nombre y forjó su…

2 hours ago

Niño de 4 años habría sido abusado por una mujer en Bogotá: Policía entregó detalles del caso

A través de un comunicado publicado por la Policía Metropolitana de Bogotá se confirmó que…

2 hours ago

Cinco investigados por el asalto al Pleno de Lorca se sientan de nuevo ante el juez instructor

La citación coincide con el tercer aniversario del altercado, porque la primera declaración fue invalidadaFuente

4 hours ago