Hernán Barcos volvió al estadio Rodrigo Paz Delgado, donde engrandeció su nombre y forjó su legado con Liga de Quito a punta de goles y títulos, como parte de la delegación de Alianza Lima para afrontar un amistoso internacional en la Noche Blanca 2025.En aquel evento, como su mismo nombre lo dice, LDU se presentó en sociedad ante un gran marco de público. Aprovechando esa situación, las autoridades deportivas albas planificaron un homenaje muy especial a 5 representantes legionarios que marcaron historia en el club, entre ellos apareció el Pirata junto con Paolo Guerrero.Aunque el acto más emotivo se lo llevó Barcos, quien se ubicó en el centro de los históricos internacionales para así exhibir —por todo lo alto frente a un aforo afiebrado— la Recopa Sudamericana 2010 con la que llegó a status de leyenda. Antes de retirarse del campo de juego, recibió una camiseta conmemorativa de Liga Deportiva Universitaria de Quito, que contaba con un diseño propio de las mejores celebraciones de HB9. Aún emocionado por el gran gesto, tras la igualada a uno entre los protagonistas de la velada, el Pirata recurrió su cuenta oficial de Instagram para expresar sus sentimientos encontrados: “Una noche blanca inolvidable. Muchas gracias Liga de Quito por el reconocimiento y Alianza Lima por la oportunidad de estar”.“Estoy muy feliz de volver al estadio y encontrarme con tanta gente linda y los hinchas con el cariño y respeto de siempre. Hasta pronto, Liga querida”, añadió Barcos, el segundo máximo goleador de todos los tiempos de los albos con 91 anotaciones en dos etapas.Hernán Barcos, de 40 años, no formó parte del plantel que disputó la Noche Blanca 2025 por un problema físico. Apenas se limitó a ubicarse en la banca de suplentes para atestiguar el desarrollo de las acciones.Hernán Barcos: icono de Liga de QuitoHernán Barcos dejó una huella imborrable en Liga Deportiva Universitaria de Quito, donde se consolidó como uno de los jugadores más importantes en la historia del club. En dos etapas (2010-2011 y 2017-2018), el delantero argentino se destacó por su capacidad goleadora, liderazgo y carisma dentro y fuera del campo. Con 91 goles en 158 partidos, Barcos se convirtió en el segundo máximo goleador histórico del club, solo por detrás del legendario Polo Carrera.Su primer ciclo fue especialmente brillante. En 2010, Barcos fue pieza clave para la obtención de la Recopa Sudamericana, un logro que amplió el palmarés internacional del equipo ecuatoriano. Su habilidad para definir, sumada a su visión de juego, lo convirtieron en el referente ofensivo de un plantel que marcó época.Tras su regreso en 2017, HB9 volvió a demostrar su amor por la camiseta blanca. Aunque su segunda etapa fue más breve, reafirmó su estatus como ídolo de la hinchada. Su legado trasciende los números; Barcos representó la garra y el compromiso que caracterizan a Liga de Quito, ganándose un lugar privilegiado en la historia del club y el corazón de los aficionados. Su nombre, sin duda, seguirá resonando en Casa Blanca por generaciones.
