La práctica que busca corregir dolencias leves de la columna vertebral

La medicina refleja es una disciplina terapéutica que aborda los trastornos de la columna vertebral mediante una “praxis manual no agresiva”, en la cual se intenta corregir los desplazamientos intervertebrales menores ocasionados por el trajín de la vida cotidiana: factores como el estrés, el sedentarismo, las malas posturas, el uso indebido de las computadoras y teléfonos celulares.“Lo que destaca a la medicina refleja es el trabajo de la flexibilidad y estabilidad de la columna vertebral, donde además se abordan las vías reflejas paravertebrales. Por citar un ejemplo, la vía refleja del equilibrio se encuentra alojada a nivel cervical del lado derecho, y con su ajuste, el paciente refiere mejorías instantáneas de mareos, inestabilidad y vértigo”, explica Sergio Alves, kinesiólogo, fisiatra y discípulo del reconocido doctor Carlos Mario Fiore, uno de los mentores de esta disciplina.“ORO NEGRO”: EL SUPERALIMENTO, RICO EN VITAMINA C Y MUY POCO CONOCIDO, QUE ACTÚA COMO ANTIOXIDANTE“La flexibilidad estructural es un concepto esencial para mantener la salud física a lo largo del tiempo, especialmente cuando se trata de la columna vertebral, el soporte central del cuerpo”, apunta por su parte el kinesiólogo Sebastián Santa Cruz. El fisiatra dice que la columna es más que un conjunto de huesos: “Es el eje que conecta, sostiene y equilibra el movimiento. La pérdida de flexibilidad en esta área puede generar restricciones en el movimiento, incomodidad e incluso dolores crónicos. En la actualidad, cada vez más personas buscan métodos para preservarla y mejorarla, conscientes de su impacto directo en la calidad de vida”.Con origen en el Tíbet, es una medicina no tradicional que no fue enseñada en el ámbito académico, sino trasmitida en diferentes monasterios directamente de maestros a discípulos. Destaca la evaluación exhaustiva del paciente, para así dar un diagnóstico correcto y preciso que permita encontrar la causa del problema.“La praxis no agresiva se distingue justamente porque intenta encontrar la etiopatía de la problemática, es decir, la causa que la genera, y al tratar su origen intenta que esa sintomatología dolorosa desaparezca definitivamente”, sigue Alves, que además de atender en Buenos Aires y en la localidad de Bonifacio, provincia de Buenos Aires, viaja habitualmente por el resto del país, México y España para dictar seminarios.Por lo pronto, con la medicina refleja se puede abordar un importante número de patologías agudas y crónicas, algunas deficiencias funcionales y fundamentalmente dolor de tipo músculoesquelético y articular.Entre ellas, los especialistas mencionan cervicopatías y lumbalgias, migrañas, cefaleas tensionales, síndrome vertiginoso, mareos, náuseas, dolores de brazos, hormigueos de miembros superiores, tendinitis, codo de tenista y golfista, síndrome del túnel carpiano y muchas más en su etapa funcional, antes de provocar daño orgánico desde el abordaje de la medicina refleja y sus vías.El la precursor en Argentina fue el doctor Carlos Mario Fiore, a su vez discípulo del doctor Ángel Cristo Acoglanis.“Los beneficios de la medicina refleja se observan en primer término con una buena y rápida evolución luego de la primera visita, a la cual se suman ejercicios determinados y medicina higiénico postural. También utilizamos el calor seco local como antiinflamatorio natural para que el paciente no consuma analgésicos”, sigue Alves.Existen varias prácticas que favorecen la flexibilidad y el bienestar de la columna, como el yoga o la eutonía, que a través de la conciencia corporal, permiten detectar y relajar tensiones acumuladas, logrando una postura natural y alineada sin esfuerzo innecesario. Por otra parte, el fortalecimiento de los músculos estabilizadores es crucial para proteger la columna. “Ejercicios como pilates o el entrenamiento del core ayudan a mantener el soporte necesario para un movimiento libre y armonioso. En conjunto, estas disciplinas aportan beneficios a largo plazo, mejorando tanto la flexibilidad como el equilibrio estructural, como un camino hacia una vida sin dolor y con mayor libertad de movimiento”, agrega Santa Cruz.Una consulta habitual dura entre 30 y 40 minutos. Comienza con un cuestionario exhaustivo que se complementa con diferentes exámenes como RX, resonancias o tomografías. “Evaluamos al paciente en su totalidad para dar el diagnóstico preciso. Es importante destacar que intentamos encontrar la etiopatía, es decir, la causa que genera la problemática del paciente. Es una medicina holística integradora, para que además de erradicar el dolor, el paciente mejore su calidad de vida en consonancia y armonía”, apunta Alves.Durante el tratamiento, el paciente puede sentir un efecto de relajación general y advertir un aumento de rango de movimientos de forma inmediata. Posterior a la consulta, también puede sentir su cuadro energético “mucho más elevado y con más ganas de hacer cosas”.“Como recomendación, invitamos a los pacientes a que busquen flexibilizar la columna vertebral mediante yoga, streching, eutonia. También es recomendable evitar el frío, hacer esfuerzos desmedidos y recordar que las emociones tienen íntima relación con la columna vertebral. La medicina refleja es un método de vida, una forma de vivir”, concluye Alves.Por Alejandro RapettiTemasNeurocienciaMedicinaBienestarConforme a los criterios deConocé másOtras noticias de NeurocienciaHackear el cerebro. Qué hacer para lograr un cambio de conducta”Se limpia a sí mismo”. Así funciona el “lavado” que hace el cerebro mientras dormimos y el factor que puede alterarlo”No puedo dejar de mirar las redes”. Cómo cortar con esa necesidad de tener todo el tiempo estímulos que generen satisfacción inmediata

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