La relación entre Colombia y Estados Unidos ha estado llena de turbulencias desde este año. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha significado un reto mayúsculo para el Gobierno de Gustavo Petro y su política exterior, marcada por declaraciones cruzadas, amenazas comerciales y hasta una breve crisis diplomática. La tensión volvió a escalar esta semana por la decisión de Washington de descertificar a Colombia como un país aliado en la lucha contra las drogas. Aunque la resolución evita las sanciones más duras y mantiene la cooperación, representa un nuevo golpe para las ya debilitadas relaciones bilaterales.Seguir leyendo