Quedan siete meses para las elecciones presidenciales de 2026 y Álvaro Uribe no pierde un minuto. El expresidente de derechas, quien gobernó a Colombia de 2002 a 2010, parecía vivir en el ocaso de su poder cuando su pupilo Iván Duque salió de la presidencia con la popularidad en el piso, en 2022. Más recientemente, se pensaba que quedaba por fuera de la campaña, tras ser condenado en julio por soborno a testigos. Pero Uribe nunca ha tenido entre sus planes salir del panorama político. Mientras se define su proceso penal en una segunda instancia, puede seguir recorriendo el país. Con decenas de candidatos en la derecha que quieren enarbolar la bandera del antipetrismo, un Uribe que no es aspirante presidencial se ha posicionado como la persona que puede lograr una gran coalición para derrotar al petrismo. El gran líder de la derecha en las últimas dos décadas sabe que su bendición puede ser clave para quien frente al candidato del presidente de izquierdas. Está buscando la ruta de la victoria.Seguir leyendo