>LA NACION>Deportes>FútbolViento y lluvias azotan al archipiélago unos 270 días al año. Con 55.000 habitantes, sueñan con llegar a la cita máxima del fútbol, que se hará en Estados Unidos, Canadá y México14 de noviembre de 202508:507 minutos de lectura’The New York TimesEscuchar NotaLa lluvia les resbalaba por la cara a los hombres. El viento aullaba, azotando el campo. Una tormenta descomunal había caído sobre las Islas Feroe, pero los jugadores se secaban la cara y seguían entrenando, repitiendo ejercicio tras ejercicio bajo la tenue luz de los reflectores. Este viernes jugarán el partido de sus vidas, con la oportunidad de inscribir a su pequeño archipiélago en la historia del fútbol.Esta es la selección masculina de fútbol de las Islas Feroe, y es la mayor sorpresa en las eliminatorias del Mundial 2026.Las Islas Feroe tienen solo 55.000 habitantes. El clima es extremo. La mayoría de los jugadores no son profesionales a tiempo completo y nunca habían estado tan cerca de la gloria.La selección masculina de fútbol de las Islas Feroe se entrena bajo una intensa lluvia en TórshavnSERGEY PONOMAREV – NYTNSPero la selección feroesa, cuya plantilla incluye carpinteros, electricistas, un director ejecutivo y un vendedor de coches, lleva tres victorias consecutivas (1-0 a Gibraltar, 4-0 a Montenegro y 2-1 a República Checa) y ha tenido un desempeño sorprendentemente bueno contra rivales de mayor nivel en el Grupo L de las eliminatorias, con 12 puntos en 7 partidos. Este viernes, a las 16.45, las Islas Feroe se juegan el todo por el todo contra Croacia, una potencia internacional y líder, con 16. Si de alguna manera ganan o incluso empatan, mantendrán vivas sus posibilidades de convertirse en uno de los territorios más pequeños en participar en una Copa del Mundo.Si no has oído hablar de las Islas Feroe, no eres el único.Son un archipiélago de 18 islas montañosas entre Escocia e Islandia, en el Atlántico Norte, y una parte autónoma del Reino de Dinamarca con incluso más autonomía que, por ejemplo, la relación de Escocia con el Reino Unido. Las Feroe fueron colonizadas por los vikingos hace siglos y, según los miembros del equipo, de ahí proviene su tenacidad.Una cancha en el pueblo de Leirvök, Islas Feroe: este archipiélago ventoso y lluvioso del Atlántico Norte tiene solo 55.000 habitantes, pero su selección es el boom de las eliminatoriasSERGEY PONOMAREV – NYTNS“Todo lo que hemos logrado ha sido contra todo pronóstico”, dijo Eydun Klakstein, el entrenador principal. “Hemos luchado contra los elementos, contra el viento, porque, ya sabes, este no es el lugar ideal para construir una sociedad”.“Nuestros antepasados perdieron hombres en el mar y mujeres en el parto”, continuó el entrenador, en lo que rápidamente se convirtió en una charla motivacional fuera del campo.“Pero a pesar de todas estas circunstancias, hemos construido una de las sociedades más ricas, seguras y agradables del mundo”, sostuvo el entrenador. “Todo lo que hacemos va contra viento y marea, y esto no es sólo una cuestión de fútbol. Es una cuestión de país. Es una cuestión de gente. Es una cuestión de: Tenemos que hacerlo, debemos hacerlo”.Un jubilado iza la bandera de las Islas Feroe frente a un edificio gubernamental en Tórshavn, bajo las fuertes ráfagas de vientoSERGEY PONOMAREV – NYTNSNo es fácil construir un programa de fútbol competitivo aquí. Las Islas Feroe son uno de los lugares más húmedos de Europa; llueve unos 270 días al año.Hace tanto viento que apenas crecen árboles, y la hierba alta y tupida tiene un aspecto deslucido. El otro día, el viento soplaba con ráfagas de 72 kilómetros por hora, suficientes para sacudir los coches en la carretera. Aun así, cuando llegó la hora del entrenamiento, todos se presentaron.No hay campos de fútbol sala de tamaño reglamentario, así que en invierno, cuando hay hielo y nieve, el equipo no puede jugar mucho. La mayoría de los jugadores tienen que trabajar en otros empleos, y a menudo es un trabajo duro. Hace una década, una de sus jóvenes estrellas más prometedoras murió aplastada en un muelle por una carga de pescado.René Shaki Jensen, electricista y centrocampista de la selección masculina de fútbol de las Islas Feroe, trabajando en su empleo en TórshavnSERGEY PONOMAREV – NYTNSA pocos días del importante partido contra Croacia, René Shaki Jensen, centrocampista feroés y electricista, estaba de rodillas taladrando agujeros en un garaje. A veces, cuenta, juegan un partido fuera de casa en Europa y al día siguiente está en un tejado, bajo el viento y la lluvia, tendiendo cables. No es lo ideal, dijo, «pero no me quejo».Esto contrasta con la rutina de comer, dormir y jugar de la mayoría de los futbolistas profesionales, muchos de ellos millonarios. La selección croata, por ejemplo, está repleta de atletas que juegan en las mejores ligas europeas, y su capitán, Luka Modric, es una leyenda viva, considerado uno de los mejores centrocampistas de su generación.¿Qué se siente al saltar al campo y jugar contra alguien así?Viljormur Davidsen, jugador de la selección masculina de fútbol de las Islas Feroe, en el concesionario de automóviles donde trabaja en TórshavnSERGEY PONOMAREV – NYTNS“Es genial, los primeros segundos”, dijo Hallur Hansson, carpintero y pieza clave del equipo de las Islas Feroe, aunque actualmente está de baja por una lesión de rodilla. “Pero luego te das cuenta de lo buenos que son y es imposible seguirles el ritmo; resulta más frustrante que emocionante”.Los jugadores feroeses son estrellas en su propio universo. En estas islas, todos parecen conocerse, y cuando los jugadores pasan por la panadería o la maderería, son reconocidos al instante.Vivir en un lugar pequeño tiene sus ventajas: muchos integrantes de la selección mundialista juegan juntos desde niños. Se comunican casi instintivamente y se cubren las espaldas entre sí. Su defensa es especialmente sólida.“Es difícil vencerlos”, señaló Tomislav Pacak, portavoz de la Federación Croata de Fútbol, hablando por teléfono desde Zagreb sobre el próximo partido. Sólo tuvo elogios para el rival, al que describió como “un equipo duro y organizado que sabe jugar en conjunto”.Los jugadores de Islas Feroe son luchadores y saben que tienen la oportunidad de sus vidas. Este viernes chocarán contra el líder del grupo, CroaciaSERGEY PONOMAREV – NYTNS“Para que quede claro”, concluyó Pacak, “las Islas Feroe no van a ganar la Copa del Mundo, pero tampoco se van a rendir”.El éxito del equipo coincide con la intensificación del debate sobre la independencia de Dinamarca. En los pueblos portuarios y en las antiguas granjas de ovejas, se respira un fuerte sentimiento de identidad feroesa. Tienen su propio idioma (similar al islandés), su propia bandera, su traje típico y su propia gastronomía (la carne fermentada es una especialidad).Además, geográficamente están mucho más cerca de Escocia e Islandia que de Dinamarca, que lucha por mantener la unidad de su reino mientras el presidente estadounidense Donald Trump tiene la mira puesta en Groenlandia, el otro territorio danés de ultramar.Los seis jugadores feroeses entrevistados se sentían mucho más cómodos hablando de saques de esquina que de política. Sin embargo, todos se declararon independentistas. La FIFA, el organismo rector del fútbol mundial, permite a las Islas Feroe competir bajo su propia bandera, al igual que a Palestina, Escocia e Inglaterra. Los jugadores feroeses son plenamente conscientes de que participar en un Mundial supondría un gran impulso para sus sueños de independencia.La victoria ante República ChecaPero van a necesitar una serie de milagros para que eso ocurra, empezando por el próximo partido. Croacia también se considera un país pequeño –cuatro millones de habitantes–, pero cuenta con una de las mejores selecciones del mundo.Quedaron terceros en el Mundial 2022 y segundos en el de 2018. Milagrosamente, cuando las Islas Feroe se enfrentaron a Croacia en septiembre, sólo le marcaron un gol y perdieron por la mínima.Pero aquel partido se jugó en el campo de Torshavn, la capital de las Islas Feroe, conocido por sus fuertes ráfagas de viento, su terreno de juego predilecto. Esta vez, deben viajar a Croacia y enfrentarse a los pesos pesados en su casa.Para que avancen, el otro animador del grupo, la República Checa (13), tendrá que perder o empatar en su próximo partido contra Gibraltar. Pero Gibraltar está considerado uno de los equipos más débiles de Europa, y los checos los golearon a principios de año por 4-0.Incluso, si el equipo feroés gana y los checos pierden, las Islas Feroe aún necesitarán dar la sorpresa en una rueda eliminatoria adicional para conseguir una plaza en la Copa del Mundo 2026, que se celebrará el próximo verano en Estados Unidos, Canadá y México.Los jugadores saben que les espera un camino difícil. Pero el mensaje del entrenador es sencillo. “Tenemos una pequeña posibilidad”, dijo. “Pero tenemos una posibilidad”.Por Jeffrey Gettleman y Amelia NierenbergThe New York TimesEliminatoriasMundial 2026Islas FeroeConforme aSeguí leyendoCelebridad mediática. 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