Vacunación materna busca reducir hospitalizaciones por virus sincitial en Bogotá: habilitan más de 200 puntos gratuitos en la ciudad

La prevención de enfermedades respiratorias en la primera infancia es una prioridad para la Secretaría de Salud de Bogotá, que ha intensificado sus estrategias de protección ante el inicio del primer pico respiratorio anual, concentrando esfuerzos en la vacunación materna, la promoción de la lactancia y el acceso universal a los biológicos esenciales. En entrevista con Infobae Colombia, el subsecretario de Salud Pública, Julián Fernández Niño, explicó el impacto del virus sincitial respiratorio en la ciudad y detalló las acciones implementadas para proteger a los más vulnerables: los menores de seis meses.Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp ChannelFernández recalcó que el virus sincitial respiratorio constituye la causa de entre el 50% y el 70% de las hospitalizaciones por infección respiratoria aguda en los extremos de la vida. Esta elevada incidencia, sumada a la gravedad que supone en bebés durante el pico de circulación viral entre marzo y junio, motivó la introducción de una vacuna específica que, según el funcionario, transformará la realidad epidemiológica en Bogotá. “Esta es una vacuna revolucionaria que comenzó a estar en el mercado solo desde 2023 y que en América Latina se comenzó a aplicar desde 2024 o 2025. Tenemos una vacuna que nos va a permitir cambiar la realidad de la infección respiratoria en Bogotá, disminuir la morbimortalidad en menores de seis meses, reducir la hospitalización en este grupo de edad, disminuir las secuelas que muchos de esos niños quedan con asma y generar más bienestar para los niños”, explicó Fernández. La inmunización prenatal, según el subsecretario, debe realizarse en una ventana crítica: entre la semana 28 y 36 de gestación. De este modo, los recién nacidos obtienen protección desde el primer instante de vida, cubriéndolos durante los meses más peligrosos frente al virus. Fernández lanzó un mensaje claro a las embarazadas de Bogotá: “El momento es ahora para que todas las madres entre semana veintiocho y treinta y seis asistan por la vacunación. Si tenemos muy buenas coberturas de vacunación, lo que vamos a esperar es que el pico respiratorio tenga un menor impacto: menos niños hospitalizados, menos niños con secuelas, menos muertes, menos impacto para los servicios de salud, menor pico respiratorio en los menores de seis meses y mayor calidad de vida”.Para garantizar el acceso a esta y otras vacunas, la ciudad dispone de 200 puntos de vacunación activos a diario, ubicados tanto en centros tradicionales de atención en salud como en plazas de mercado, centros comerciales, terminales de transporte y el aeropuerto. En los primeros 25 días desde el inicio de la campaña se han aplicado más de 4.000 dosis, esfuerzo que se refuerza con alianzas junto a sociedades científicas, obstetras, médicos generales y pediatras, así como con la organización de jornadas masivas y eventos públicos centrados en la promoción de la inmunización prenatal. “Haremos un gran evento este jueves 28, con embajadores de vacunación. Estamos promoviendo eso con todos los grupos de organizaciones de la sociedad civil para lograrlo”, indicó Fernández Niño.Además de la vacuna específica contra el virus sincitial, la prevención integral abarca una serie de recomendaciones para recién nacidos y la primera infancia. El subsecretario subrayó: “La primera vacuna al nacer es la lactancia materna, la lactancia materna muy fundamental, evitar que los bebés entren en contacto con personas que tengan síntomas respiratorios”. Insistió en que, de ser inevitable el contacto con algún adulto enfermo, es fundamental el uso de tapabocas y el lavado constante de manos por parte de la persona sintomática. “Que los bebés tengan todos sus esquemas de vacunación completo, incluyendo la vacuna contra la tos ferina, que también es infección respiratoria y estar atento a los signos de alarma”, añadió.Entre los signos de alarma que los padres y cuidadores deben observar se encuentran alteraciones del estado de conciencia, llanto intenso o irritabilidad, somnolencia, rechazo al alimento, vómito persistente, fiebre no controlada, presencia de sibilancias o “silbiditos”, retracciones costales y respiración rápida. “Ir inmediatamente a los servicios de salud y atender, pero lo más importante es la vacunación, la lactancia materna y, por supuesto, estar atento a los signos de alarma”, aconsejó Fernández Niño.Vacunación para la jornada vacacional En cuanto a los viajes planificados para la temporada de fin de año, el subsecretario recomendó verificar que los esquemas vacunales estén al día, con especial atención a la vacuna contra la fiebre amarilla —en caso de desplazamientos a zonas endémicas— y la vacuna contra la influenza para menores de cinco años, mayores de sesenta, personas con comorbilidades y gestantes. “Muy importante también las recomendaciones generales de aplicarse repelente para evitar la picadura de los mosquitos, que si van a zonas que tienen dengue y malaria, cuidarse de las picaduras, aplicarse protector solar para cuidarse de las quemaduras solares y, por supuesto, el consumo responsable de alimentos y evitar el exceso de alcohol”, añadió a Infobae Colombia.El esquema vacunal completo es crucial en todas las etapas de la vida, de acuerdo con Fernández Niño. “Las principales vacunas son todas, todas las vacunas son relevantes, estar al día con su esquema de vacunación, acérquese y verificamos”, afirmó. Además, remarcó la importancia de la vacuna de Tdap (contra la tos ferina), que protege tanto a los bebés como a la gestante, y la necesidad de planificarse con anticipación, ya que la mayoría de las vacunas necesitan administrarse al menos catorce días antes de la exposición o del viaje a zonas de riesgo.Según las declaraciones del subsecretario, el objetivo de la Secretaría de Salud es claro: alcanzar las más altas coberturas posibles con todos los biológicos disponibles, no solo con uno o dos específicos, sino con cada vacuna recomendada según edad, condición y factores de riesgo. Fernández concluyó que la tarea de proteger a la infancia y a la población en general depende de la articulación intersectorial, el compromiso de los profesionales de la salud y la promoción constante de una cultura del autocuidado y la prevención.

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