Los fabricantes locales de baterías enviaron días atrás una carta al presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, con copia al ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, en la que advirtieron que pueden faltar baterías en el mercado doméstico y que, si no se regulariza el acceso a los insumos importados en 30 días, habrá suspensiones de personal.La misiva de la Cámara Argentina de Fabricantes de Acumuladores Eléctricos (Cafae) tiene fecha de 14 de julio. La entidad que agrupa a los industriales que participan en el mercado de baterías para equipo original, de reposición y de exportación, hicieron referencia a “los problemas de abastecimiento” que tienen las empresas del sector “con insumos importados ante las condiciones de pago al exterior establecidas por la Circular ‘A’ 7030 y sus complementarias”.“Nuestra Cámara asocia a la mayoría de los fabricantes de baterías de todo el país, que a la fecha no pueden abastecerse de insumos importados, que no se producen en el país, ya que las condiciones de pago a 180 días hacen que el proveedor del exterior no esté dispuesto a otorgar un crédito a tan largo plazo”, escribieron los industriales.“Las empresas asociadas tienen una capacidad productiva para satisfacer la totalidad de las necesidades del mercado doméstico, pero al no poder contar con los insumos productivos, repuestos, moldes y bienes de capital están imposibilitadas de cumplir con el normal proceso productivo”, alertaron.“Nos dirigimos a Usted [Pesce], ya que lamentablemente en los próximos 30 días varios fabricantes se verán en la necesidad de a suspender personal por falta de insumos. Esto podrá afectar a más de 4000 personas de mano obra directa y unas 5300 de mano de obra indirecta de los proveedores locales en los diferentes rubros”, indicaron.La nota firmada por Yamil Jalit, presidente Cafae, indicó que la fabricación de las empresas asociadas “sustituye importaciones por más de US$50 millones al año. “Solicitamos a las autoridades revean o atemperen esta situación, porque nuestros asociados quieren seguir trabajando y mantener la fuente de trabajo para sus empleados y crecimiento del país”.El viernes pasado, el directorio del BCRA había anunciado “mejoras” en las condiciones de acceso al mercado de cambio destinadas a la importación de bienes y servicios asociados con el sector productivo. Las medidas beneficiarían a la actividad energética, la producción de fertilizantes y fitosanitarios, los insumos destinados a elaborar productos para la exportación y la industria automotriz. Con relación a este último grupo, se habilitó que los fabricantes de automotores trasladen a sus proveedores directos las “Certificaciones de exportación de insumos temporales en el marco del régimen de aduana en factoría (RAF)” para el pago de autopartes destinadas a la elaboración de unidades para la exportación”.“Es una cuestión de tiempo”, dijo Jalit, empresario pyme de Santa Fe y presidente de Cafae, a LA NACION. “Inevitablemente, vamos a ir a una situación de faltantes de baterías y de aumentos de precios”, dijo el directivo, que indicó que hoy están faltando separadores -que vienen de China, Austria, EE.UU. o Tailandia- y aditivos. Contó el que BCRA, por su nueva regulación, solo permite el financiamiento a 180 días, algo que los deja afuera del mercado importador.“El faltante dependerá hoy del stock que tenga cada fábrica. Hay algunos que tienen un mes y medio. Otros ya están en etapa crítica. El problema es que, desde que nos habilitan dólares, para llegar con los inusmos al interior de Santa Fe tardan 90 días. En el medio tengo que acordar licencia o suspender personal”, advirtió el empresario.Además, se preguntó: “Con esta incertidumbre, ¿qué precio le pongo hoy al producto que vendo?”. El faltante podría afectar a la producción de baterías de arranque para autos, camiones, maquinaria agrícola, tractores, entre otros productos, contaron.Si bien, se acusó recibo de la recepción de la carta, que también hicieron llegar a Scioli, no hubo respuesta oficial. LA NACION consultó al BCRA y a Desarrollo Productivo, pero aún no dieron precisiones sobre el problema.“Hay mucha preocupación en el sector autopartista, empresas que no saben cuánto tiempo más pueden producir, riesgos de suspensiones, mientras hay reclamos salariales y multinacionales que quieren dejar de invertir. Un verdadero desastre producto de la falta de certidumbre, capacidad de gestionar la macro y de generar un mínimo de confianza”, dijeron en el sector.Francisco JueguenTemasComunidad de NegociosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Comunidad de NegociosAmbiente. Desarrollaron un sistema para agilizar el cálculo de la huella de carbonoVendió US$775 millones en el mes. Pese al silencioso cambio de estrategia, el BCRA no deja de perder reservasPolémica. Un proyecto de ley oficialista busca que las empresas que apliquen suspensiones distribuyan ganancias entre empleados