A solas con Massita: la pasé muy mal

escucharescucharImpresionante la distinción de la que fui objeto: pude entrevistar a Massita en medio de la ardorosa negociación para cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario. Él no quería saber nada, pero fui parte de las condiciones que puso el Fondo antes de la firma: “Ni Página 12 ni C5N: LA NACION”. Massita prefirió ceder en esto y no en cuestiones más sensibles, como la devaluación. Me recibió en su despacho. No fue un diálogo fácil, la pasé mal, pero tiró 20 títulos. Como este: “Alberto está jubilado, y Cristina pronto va a ir a hacerle compañía”.–Sergio, te felicito: candidato presidencial del kirchnerismo. Menos mal que no metiste en cana a los Kirchner ni echaste a los ñoquis de La Cámpora. Imaginate, ahora estarías en Tigre armando la lista de Milei.–La estoy armando igual. Soy multitasking: ministro de Economía, candidato presidencial y jefe de campaña de Malena.–¿Ante el Fondo cómo te presentás? ¿Con qué sombrero?–Con el de mago. Preguntan por el cumplimiento de las metas y contesto: “nada por aquí, nada por allá” [larga una risotada]. En realidad, no me presento: mando a mi gente. Está el temita ese de que no hablo inglés, y en discusiones técnicas sobre economía me pierdo. Estuve un par de veces y no cacé one.–¿Estamos cerca de un acuerdo?–Cerquísima. Es cuestión de horas. O de un par de días. A lo sumo, tres o cuatro semanas.–OK, muy claro. Quién ganará con el acuerdo: ¿el Fondo o el país?–¿Tenés alguna duda? Gano yo, porque consigo tiempo y dólares. Es todo lo que necesito. ¿El país? También ponelo en la lista de ganadores. Un poco más de inflación, de ajuste y pobreza, pero que compensaremos con más subsidios, más créditos, más de lo que ustedes, insensibles, llaman “plan platita”.–¿Vos cómo lo llamarías?–Plan Massita.–Me resultó gracioso oír tus críticas al Fondo en un par de discursos. Obviamente, no te creí nada: era jueguito para la tribuna.–Buenísimo. Mi objetivo es que me crea la tribuna y que no me crean nada en el círculo rojo. No es un caso de doble discurso, sino de doble platea.–Sos el principal agitador de la campaña del miedo. ¿Por qué?–Eh… porque tengo miedo a perder.–Esa foto del otro día en Ezeiza, vos de piloto y Cristina de copiloto… ¿No se dieron cuenta de que recreaba la ominosa imagen del actual esquema de gobierno?–¿Qué esquema, papá? Alberto ya está jubilado, yo me manejo como presidente y Cristina… Bueno, esto te lo digo a vos, no lo publiques: Cristina en cualquier momento se va a hacerle compañía a Alberto. Esa foto me muestra al mando, en la conducción, empoderado.–Vos al mando… ¡de un simulador! Cacofónica la foto.–Estás siendo muy duro conmigo. Durísimo. ¿No hay nada que pueda hacer por vos, Carlitos? Pauta, zafar del cepo, trabajar en la campaña…–No, te agradezco. Me encanta esto de entrevistar a gente increíble como vos. Gente a la que cuesta creerle, digo. Otra cosa: el FMI es mucho más duro que yo. Te acaban de decir que liberes el cepo, simplifiques el régimen cambiario y devalúes; que no le des a la maquinita, que pares con el gasto, que achiques el déficit… Básicamente, que no hiciste nada.–Los burócratas del Fondo dicen eso para salir en los diarios. Yo hablé hoy con mis amigos de Washington y les pedí que movieran los hilos.–¿Los están moviendo?–Por ahora están posteando hilos en Twitter.–Me pareció muy brusco que en la inauguración del gasoducto que no está terminado le hayan prohibido a Alberto entrar en la carpa vip. Así no se trata a un presidente emérito.–Tristísimo. Fue Cristina la que dio la orden terminante de dejarlo afuera. Pero yo me solidaricé con él: le mandé arrolladitos primavera.–Sergio, ¿cómo se llevan el ministro y el candidato?–El candidato es un tipo más dispendioso, piensa todo el tiempo en términos electorales, mientras que el ministro… bueno, exactamente lo mismo. Se están llevando bárbaro.–Una pregunta al ministro: el peso es la moneda que más se depreció frente al dólar entre más de 20 países emergentes. ¿Alguna reflexión?–Eso es producto de la pesada herencia que recibí de Guzmán. Cuando sea presidente, el peso será una moneda de referencia en el mundo.–Sergio, era para el ministro… Ahora, una para el candidato: en junio, la deuda del Estado superó los 400.000 millones de dólares, el nivel más alto de la historia. De ser presidente, ¿qué harás con esa deuda?–Lo primero que haré es… buscar un ministro de Economía.–Voy a decirte algo que ya habrás oído: mucha gente te considera inescrupuloso, panqueque… Ventajita. Hasta Néstor Kirchner dijo que eras más malo que él.–Sí, es un tema que he trabajado mucho en terapia.–¿La culpa?–No, superar a Néstor.ßCarlos M. Reymundo RobertsConforme a los criterios deConocé The Trust Project

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