Ciudad de Panamá, 23 oct (EFE).- Manifestantes y policías chocaron este lunes en Panamá en las protestas contra la renovación la semana pasada de una concesión a Minera Panamá, filial de la canadiense First Quantum Minerals, que explota la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica.Una presión a la que se unieron los maestros, que decretaron un paro de 48 horas prorrogables contra el contrato minero.Grupos indígenas y agentes de la Policía Nacional se enfrentaron a piedras y gases lacrimógenos en el sector de la Garzas de Pacora, en los alrededores de la capital panameña, donde los manifestantes intentaban tomar un puente neurálgico para el tráfico por la zona.Durante la batalla campal, que pudo constatar EFE, a la lluvia de piedras lanzadas por los grupos en protesta respondieron las fuerzas antidisturbios con gas lacrimógeno. Pasado el mediodía no se había informado de heridos en ese lugar.Miembros del poderoso sindicato de la construcción Suntracs y agentes antimotines también se enfrentaron a piedras y gases frente a la sede principal en la capital del gubernamental Partido Revolucionario Democrático (PRD), como mostraron medios locales.Grupos de manifestantes también bloquearon puntos de la carretera Panamericana, que atraviesa el país y lo comunica con Centroamérica.En la capital, al menos dos de las principales arterias viales registraban bloqueos de grupos sindicales, uno de ellos de los maestros del sector público, que anunciaron una huelga de 48 horas prorrogables a partir de mañana martes.”Nos vamos a volcar en las calles de manera indefinida”, dijo a EFE el secretario general de la Asociación de Profesores de Panamá (Asoprof), Fernando Ábrego.Esta medida, según el líder sindical, tiene como fin la “derogación del nefasto” contrato ley entre el Estado y la empresa Minera Panamá aprobado el viernes pasado, y pidió “a los padres de familia que, al igual” que los docentes, “luchen para garantizar el futuro ecológico” de sus hijos y estudiantes.Ya este lunes el Ministerio de Educación había suspendido las clases en el sector público y privado ante el llamado a protestas contra la concesión entregada a Minera Panamá, filial de First Quantum, que explota la mina Cobre Panamá y exporta el mineral desde junio 2019, especialmente para el mercado chino.La mina, con una inversión de unos 10.000 millones de dólares, cuenta con 5.279 trabajadores directos y genera cerca de 40.000 indirectos, según datos del gobierno y la empresa. Su operación representa el 50 % de la producción global de First Quantum y el 3,5 % del producto interno bruto (PIB) panameño, según datos del Deutsche Bank difundidos en Panamá.Activistas, sectores civiles y sindicatos rechazan el acuerdo aprobado el viernes por considerarlo lesivo a los intereses nacionales, y denuncian que mantiene los mismos vicios que llevaron a que el anterior contrato fuera declarado inconstitucional por la Corte Suprema en el 2017, años después de que en 2009 el grupo ambientalista CIAM presentara un recurso en ese sentido.Pero el Gobierno de Laurentino Cortizo alega que el nuevo contrato ley, que establece una concesión a 20 años prorrogables, cumple con las normas legales, establece un ingreso mínimo anual de 375 millones de dólares al fisco, “10 veces más que el anterior”, el pago de impuestos antes exentos, así como amplios poderes de supervisión estatal a la operación de la mina, entre otros.