Los demócratas acariciaban en la noche de este martes una victoria decisiva en las elecciones especiales celebradas en el 3er distrito electoral de Nueva York, que representaba el republicano George Santos hasta que en diciembre fue expulsado del Congreso tras serle imputados 23 cargos, entre ellos fraude, falsedad y suplantación de identidad. En otras circunstancias, una votación parcial para sustituir a un electo que causa baja -incluso al caído en desgracia Santos, con su sonora estela de bulos y fabulaciones- no habría suscitado más interés que completar el trámite del conteo, pero en un año electoral como este, y con un equilibrio de fuerzas en el Congreso muy tenso (los republicanos aventajan sólo en siete escaños a los demócratas en la Cámara de Representantes), la contienda se ha vivido con expectación, con seguimiento mediático en directo del recuento. Del resultado dependía no sólo el marcador de la Cámara de Representantes, también las lecciones que puedan derivarse para la campaña de las presidenciales de noviembre.Seguir leyendo