Las mil vidas del pan dulce: ideas útiles para aprovecharlo “el día después”

>LA NACION>SábadoUn puñado de recetas para convertirlo en un tiramisú, un budín de pan, un sándwich helado y muchas otras delicias 25 de diciembre de 20245 minutos de lectura’PARA LA NACIONNarda LepesEscuchar NotaCuando pienso en Navidad se me vienen dos imágenes opuestas a la cabeza. Una es la de la mesa puesta: cerezas, frutos secos, algún turrón, velas y el momentos del brindis. La otra es la de la mañana siguiente: sobre el mantel manchado o en la mesada de la cocina, con la bolsa abierta, el papel que lo sostiene roto, las migas abundantes y una o dos copas de aquellos que siguieron la sobremesa o atacaron a la madrugada, ese pan dulce ahí, secándose.Hay quienes esperan a que se empiecen a hornear en diciembre porque aman el aroma y el sabor del pan dulce. Hay quienes lo detestan. Pero a casi nadie le es indiferente. Junto con el arbolito, es el símbolo más fuerte de la Navidad. Y simboliza también muchas cosas: un año que termina, la reunión, las tradiciones, la familia, el brindis.Siempre está ahí, en la cocina, en el aparador, en la mesa. Dentro o fuera de la bolsita. Esperado o tolerado, comprado o regalado, el pan dulce siempre está.El pan dulce simboliza muchas cosas: un año que termina, la reunión, las tradiciones, la familia, el brindisEn mi caso, lo que me sucede el día de la cena es que para cuando llega el momento del pan dulce ya no tengo hambre y termino solo probándolo, ni siquiera como una porción. En cambio, el 25 es mi momento de disfrutarlo: todos los años hago lo mismo. Acá va entonces mi sugerencia, junto con algunas otras para sacarle provecho y preparar algo con lo que quedó de pan dulce después de la Nochebuena.◗ Tostado de queso gruyere o similar. Con el pan dulce cortado fino y un poco de mostaza de Dijon. Cocinarlo en sartén con un poco de manteca, a fuego lento. Mi favorito.◗ Simplemente el pan dulce tostado, con un poco de manteca y apenas sal.Un tostado con jamón y queso de cualquier tipo siempre funcionaInstagram: @carlitadionisio◗ Torrejas o french toast, con fruta y crema, ricota o helado.◗ Poner la rodaja de pan dulce en la waflera…En la waflera o en la sartén: no fallaInstagram: @gulaenbaDe a rodajas, calentito, para el desayunoInstagram: @carlitadionisio◗ Un tiramisú. Tostar apenas en horno el pan dulce, remojar en café con o sin licor, improvisar la crema o hacer la clásica.◗ Budín de pan. Para mí, la mejor manera es poner en una fuente enmantecada las rodajas algo finas, y verter por arriba la mezcla clásica. Si lo hacemos en capas, podemos poner una mermelada ácida entre capa y capa. ◗ Sándwich helado (me gusta el sambayón, pero con crema funciona súper bien). Ahí nomás: armado en el momento. ◗ Un semifreddo. Mezclamos crema, ricota o queso blanco, mascarpone, frutos secos, duraznos en almíbar, el pan dulce en cubitos y todo en molde con film. En tres horas de freezer, está listo para comer.El pan dulce helado rankea alto dentro de las delicias navideñas◗ La versión más simple. En un bol de vidrio, poner una capa de pan dulce y humedecerlo. Luego una capa de fruta, una capa de crema, una capa de merengue seco roto (de panadería) y repetir. Después, decorar.◗ Si alguien quiere trabajar más, puede ser tostado en cubos al horno con sambayón recién batido e higos frescos.Y algunas ideas para las fiestas: ◗ Mi primer consejo es delegar un par de cosas. El hielo, la entrada, el postre, la bebida… Hacer y tener a mano una pequeña lista de tareas útiles que pueda hacer otro. ◗ Hacelo personal: no das un servicio, estamos reuniendo a las personas que queremos. Que pongan la mesa, que prendan velas, que sirvan, que decoren una fuente. Dales un rol para que sientan la conexión, para eso queremos la atención de las personas y la participación. Involucrá a los invitados. ◗ Mantener las cosas simples. Solo una parte del menú debería llevarnos trabajo. El resto, fácil. El sistema de buffet o autoservicio es el que más te permite compartir esa noche con la familia. Para las Fiestas, el sistema de buffet o autoservicio es una buena idea para no sobrepasarse con la exigenciaRoman Samborskyi – Shutterstock ◗ Comprar todo lo que se pueda una semana antes. Recordar que dejar para después puede significar que en la carnicería no haya peceto. ◗ Si vamos como invitados, evitemos llegar con hambre. Una fruta antes de salir evita atracones con 40° de calor. Y llevar un tupper, para no dejar al anfitrión sin ninguno.◗ La fruta (que en esta época es la mas rica) debería formar parte de nuestra mesa. Higos, cerezas, duraznos, damascos, ciruelas…◗ El alcohol: regla básica, por cada vaso de alcohol, uno o dos de agua. ◗ Pensar el menú del día siguiente: gruyere, hojas para ensalada, algo que complemente lo que quedó. ◗ Muchas familias optan por solo regalarles cosas a los niños, pero un buen regalo para hacer es pickles, mermeladas, conservas o algo hecho por nosotros. Creo que son de los regalos mas personales que existen. ◗ Masticar despacio. Al cerebro le lleva 20 minutos enterarse de que el estomago está lleno. Un truco: soltar los cubiertos entre bocado y bocado. ◗ Un gran consejo que me dieron fue: si la familia tiende al conflicto, invitar a alguien completamente ajeno, que no conozcan. Ellos se divierten y la familia se comporta un poco mejor. ◗ Pone música para preparar todo, y durante la cena: cambia la experiencia completamente.Por Narda LepesConforme a los criterios deConocé más

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