Esta es la física peruana que nos invita a descubrir el universo desde el Planetario IGP

En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, celebrado cada 11 de febrero, la física peruana Adita Quispe ha sido destacada como un ejemplo de perseverancia y pasión por la ciencia. Actualmente, es la coordinadora del Planetario Nacional “Mutsumi Ishitsuka” del Instituto Geofísico del Perú (IGP), un espacio que, según la agencia de noticias Andina, “se ha consolidado como un referente en la divulgación científica en el país”. Este centro ofrece actividades inmersivas como proyecciones 3D y fulldome, así como calendarios astronómicos mensuales para observar eventos celestes desde el territorio nacional.La historia de Quispe está marcada por su conexión con la astronomía. A pesar de haber postulado inicialmente a la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica considerando la carrera de física como una segunda opción, un proyecto de instalación de un telescopio en dicha universidad cambió su visión. Ese observatorio, que sería la base de lo que hoy es la Estación Solar de Ica, marcó un antes y un después en su trayectoria. “Comencé a llevar cursos de física solar e introducción a la astronomía. Me empecé a involucrar y no me quise trasladar”, afirmó Quispe en diálogo con la agencia.Desde entonces, su interés por los misterios del universo fue en aumento, llevándola a involucrarse como voluntaria en diversos proyectos de astronomía y posicionándose como una de las gestoras principales del Planetario Nacional del IGP, inaugurado en 2008. Quispe tuvo un papel crucial en este proyecto, “estuvo pendiente desde su formulación hasta su apertura”.Educación y divulgación como pilaresPara Adita Quispe, la ciencia no solo es un campo de estudio, sino una herramienta para inspirar a futuras generaciones. Desde el Planetario, se organizan actividades diseñadas para fomentar el interés por la astronomía en niños, niñas y jóvenes. Sobre este enfoque, Quispe comentó: “Como Planetario IGP tratamos de motivar e incentivar los campos de la ciencia porque se necesita y es multidisciplinario. Son espacios donde los estudiantes pueden aprender mucho y despertar ese pensamiento crítico”. Rigurosos estudios realizados antes y después de cada visita confirman que estas actividades generan un impacto positivo en el aprendizaje de los asistentes.El Planetario Nacional, gracias a las donaciones de Japón y la inversión del Estado peruano, se ha modernizado constantemente. En 2012 se implementó una sala 3D que ofrece un fascinante viaje virtual por el sistema solar, mientras que en 2016 se incorporó un sistema fulldome con una cúpula de 7,5 metros de diámetro, que permite una inmersión total en imágenes del universo. En palabras de Quispe, “los planetarios cumplen un rol muy importante en la formación de escolares y universitarios porque es un lugar donde se aprende sobre el pasado y también se mira hacia el futuro”.Reconocimientos y colaboraciones internacionalesEl trabajo de Adita Quispe ha trascendido fronteras. En 2024, recibió una invitación del Planetario de Moscú, donde presentó investigaciones sobre constelaciones incas lideradas por el científico José Ricra, un proyecto que logró ser finalista en un prestigioso concurso internacional. Asimismo, Quispe ha fortalecido su aprendizaje visitando espacios como el Planetario Max Schreier y el Observatorio Chacaltaya de Bolivia, además del Planetario del Museo de la Ciencia CosmoCaixa en Barcelona. Estas experiencias han sido fundamentales para incorporar innovaciones que enriquecen la oferta educativa del planetario peruano.En su quinto aniversario, este espacio científico logró dar nombre a un asteroide ubicado entre Marte y Júpiter, bautizándolo como Qoyllurwasi, que significa “casa de las estrellas”. Este hito refleja la relevancia cultural y científica del Planetario Nacional, que también ha sido citado como objeto de estudio en tesis universitarias y artículos académicos.Inspiración para las mujeres en la cienciaEl camino de Adita Quispe no ha estado exento de desafíos, pero su persistencia y dedicación han sido una fuente de inspiración, especialmente para las mujeres interesadas en la ciencia. Al reflexionar sobre su trayectoria, Quispe comparte un mensaje motivador: “Prepararse en ese campo, buscar experiencia y persistir”, una lección que desea transmitir a las próximas generaciones.En una sociedad donde el acceso de las mujeres a carreras científicas sigue siendo un reto, Quispe es un testimonio vivo de cómo la educación, el compromiso y el trabajo arduo pueden derribar barreras y abrir puertas hacia el conocimiento del universo.

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