Rusia inicia la “batalla del Dombás” en el frente oriental, según Ucrania

Una columna de humo se levanta de la acería Azovstal en la ciudad de Mariúpol, Ucrania, en esta captura de un vídeo tomado con un dron y publicado en redes sociales. Ayuntamiento de Mariúpol/vía REUTERSPor Maria Starkova y Pavel PolityukLEÓPOLIS/KIEV, 19 abr (Reuters) -Las fuerzas rusas intentaban atravesar el martes las defensas ucranianas a lo largo de casi toda la línea del frente de batalla en el este de Ucrania, iniciando lo que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski llamó la “batalla del Dombás”, una segunda fase de la guerra que se esperada desde hace días.”Una parte muy grande de todo el ejército ruso está ahora concentrada en esta ofensiva”, dijo Zelenski en un discurso en vídeo durante la madrugada.”No importa cuántas tropas rusas envíen allí, lucharemos. Nos defenderemos”, afirmó.El jefe de gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, aseguró a la ciudadanía que sus fuerzas podrán contener la ofensiva en “la segunda fase de la guerra”.”Crean en nuestro ejército, es muy fuerte”, dijo.Al verse empujada por las fuerzas ucranianas en el norte, Rusia ha vuelto a centrar su ofensiva terrestre en las dos provincias orientales conocidas como el Dombás, al tiempo que ha lanzado ataques a larga distancia contra otros diversos objetivos, incluida la capital del país, Kiev.El Ministerio de Defensa ruso no hizo ningún comentario inmediato sobre los últimos combates. El gobernador de la provincia rusa de Bélgorod dijo que las fuerzas ucranianas habían atacado un pueblo fronterizo, hiriendo a un residente.Los medios de comunicación ucranianos informaron de una serie de explosiones, algunas potentes, a lo largo de la línea del frente en la región de Donetsk, con bombardeos en las ciudades de Márinka, Sloviansk y Kramatorsk.También se escucharon explosiones en Járkov, en el noreste del país, en Mikolaiv, en el sur, y en Zaporiyia, en el sureste, mientras que las sirenas antiaéreas también sonaban en los principales centros cercanos a la línea del frente, según las autoridades y los medios de comunicación.El máximo responsable de seguridad de Ucrania, Oleksi Danilov, dijo que las fuerzas rusas intentaron romper las defensas ucranianas “a lo largo de casi toda la línea del frente de las regiones de Donetsk, Luhansk y Járkov”.El Dombás ha sido el punto central de la campaña rusa para desestabilizar Ucrania, que comenzó en 2014 cuando el Kremlin se valió de terceros para crear dos “repúblicas populares” separatistas en el antiguo Estado soviético. También es el hogar de gran parte de la riqueza industrial de Ucrania, incluyendo el carbón y el acero.El Estado Mayor ucraniano dijo que las fuerzas rusas pretenden establecer un control total sobre las regiones de Donetsk, Luhansk y Jersón, al tiempo que intensifican los ataques con misiles en el oeste de Ucrania.La oficina de Zelenski dijo que al menos ocho personas habían muerto y 13 resultaron heridas en bombardeos o combates en las ciudades y pueblos de la línea de frente de Luhansk y Donetsk. Enumeró las ciudades de Kremennaya, Popasna, Avdiivka, Márinka, Toretsk, Vuhledar y Lymanske.Oleh Sinegubov, gobernador de la provincia de Járkov, justo al norte del Dombás, dijo que en las últimas 24 horas habían muerto cinco personas y 17 resultaron heridas por bombardeos y misiles “Grad”.BIDEN LLAMARÁ A SUS ALIADOSLos países occidentales y Ucrania acusan al presidente ruso, Vladimir Putin, de una agresión no provocada y la Casa Blanca dijo que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantendrá una llamada con sus aliados el martes para discutir la crisis, incluyendo la forma de coordinarse para que Rusia afronte responsabilidades.El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que su diálogo con Putin se había estancado después de que se descubrieran asesinatos masivos en Ucrania.El Kremlin niega haber atacado a civiles en lo que denomina una “operación militar especial” para desmilitarizar Ucrania y erradicar a los que considera “peligrosos nacionalistas”. Moscú rechaza lo que, según Ucrania, son pruebas de atrocidades, diciendo que Kiev ha manipulado los hechos para socavar las conversaciones de paz entre ambas partas.”INFIERNO EN LA TIERRA”Rusia está intentando hacerse con el control total de la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste del país, asediada desde los primeros días de la guerra y escenario de los combates más intensos y de la peor catástrofe humanitaria del conflicto.Decenas de miles de personas han quedado atrapados en la ciudad, sin acceso a alimentos ni agua y con las calles llenas de cadáveres.Ucrania cree que más de 20.000 civiles han muerto en Mariúpol. Capturar la ciudad uniría el territorio separatista prorruso con la región de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014, y dejaría liberas a las tropas asediantes para atacar en otras partes del Dombás.En los distritos controlados por las fuerzas rusas a los que tuvo acceso Reuters, los residentes conmocionados por los bombardeos cocinaban en fuegos al aire libre fuera de sus casas dañadas.”Para ser sinceros, no estamos bien”, dijo una mujer llamada Olga. “Tengo problemas mentales después de los ataques aéreos, eso es seguro. Estoy muy asustada. Cuando oigo un avión salgo corriendo”.El Ayuntamiento de Mariúpol dijo que al menos 1.000 civiles seguían escondidos en refugios bajo la vasta planta siderúrgica de Azovstal, que contiene innumerables edificios, altos hornos y vías férreas, donde los defensores ucranianos siguen atrincherados.El alcalde Serhi Volina, comandante de la 36ª brigada de marines de Ucrania, que sigue luchando en Mariúpol, pidió ayuda en una carta dirigida al papa Francisco.”Esto es el infierno en la tierra (…). Es hora (de) ayudar no sólo con oraciones. Salve nuestras vidas de manos satánicas”, dijo en la carta, según extractos que el embajador de Ucrania en el Vaticano publicó en la red social Twitter.(Información de los periodistas de Reuters en Kiev y Leópolis; información adicional de Lidia Kelly en Melbourne, Ronald Popeski en Winnipeg y las redacciones de Reuters en todo el mundo; editado por Lincoln Feast, Robert Birsel y Peter Graff; edición de Himani Sarkar y Gareth Jones; traducido por Benjamín Mejías Valencia y Darío Fernández)

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