escucharescucharHacía días que estaba en el centro de la escena. Los testigos lo señalaban. Los peritos lo implicaban. Las pruebas científicas lo incriminaban. Se esperaba que esta semana, antes del miércoles, cuando se cumplan los tres años del homicidio de Fernando Báez Sosa, por el que él está detenido, Máximo Thomsen iba a hablar. Pero hoy vio angustiada a su madre, Rosalía Zárate, que se sentó en el estrado y contó cuánto afectó su vida, y la de su familia, la detención de su hijo menor, y entonces se quebró. Lloró y pidió hablar. No confesó, pero pidió perdón. Y dio su versión de los hechos, que, en varios tramos, se dio de bruces con los indicios que hay en el expediente y que se desarrollaron en el juicio“Quiero pedir disculpas… Es algo que nunca hubiese buscado… Jamás en la vida tuve intención de matar a nadie porque vengo escuchando todos los días que yo organicé, que soy líder”, afirmó. Fundamentalmente, admitió que después de haber sido echado de Le Brique, ya en la calle, vio que le estaban pegando a un amigo y fue a defenderlo, que pegó “una o dos patadas” a alguien que “quizás estaba arrodillado”, y que hoy ya no recuerda si también le pegó cuando esa persona estaba en el piso y que, “por lo que dedujo”, era la víctima del homicidio ocurrido la madrugada del 18 de enero de 2020.Después de tres años sin que se le haya escuchado la voz, esta tarde declaró durante 50 minutos ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores. Thomsen habló de la agresión mortal, pero sin delatar a ninguno de sus siete amigos y coimputados. Habló del incidente por el cual fueron echados del boliche, en el que aseguró que a él nadie le pegó –al margen de la toma que le hicieron los guardias de seguridad para sacarlo con violencia del lugar– y contó, además, todo lo que hicieron las horas previas al crimen. Como se esperaba, se negó a responder preguntas de Fernando Burlando, el abogado de los padres de la víctima, que buscó encontrar los puntos flacos de su declaración. “No me siento cómodo respondiendo preguntas a una persona que me insultó a mí y mi mamá”.Máximo ThomsenDiego Izquierdo – TélamSu versión de los hechos fue funcional a la estrategia que persigue el abogado defensor de los ocho, Hugo Tomei: que no urdieron un plan para atacar y matar, sino que ellos fueron agredidos y se defendieron en un contexto de una pelea espontánea. Casi sin posibilidad de eludir la autoría de la muerte, su idea-fuerza es eludir una condena por homicidio calificado por alevosía y por el concurso de tres o más personas (con una pena de prisión perpetua) y, eventualmente, aceptar una por homicidio en riña, que tiene un máximo de seis años de cárcel.Thomsen comenzó su declaración con un relato de la previa: la playa, el boliche, el incidente y, luego, lo que ocurrió en la calle, frente a Le Brique.“Aprovechamos la playa desde temprano. Pude comprar las diez entradas para Le Brique. Llegué, seguíamos tomando, comimos y nos pusimos a preparar para ir a la previa. Llevamos una botella y hielo, había mucha gente de Zárate. Como a las 3.30 fuimos para poder entrar en el boliche. Yo fui el primero que entré, con uno de los chicos, y fuimos a la barra a cambiar la consumición”, relató.Explicó que en el local “había mucha gente” y que era difícil caminar con las bebidas en las manos.“En ningún momento saqué el celular porque no lo quería perder. Había tanto movimiento que se volcaba el vaso”, explicó. En un momento dije ´Basta de empujar´ y alguien me responde ´estamos todos en la misma´. Cuando terminé de escuchar eso, alguien me empujó. Era un amigo que tenía un chichón. Uno lo agarró del cuello, era de seguridad, y le pedí que lo soltara. Entonces [el de seguridad] dice ´sacalo a él también´”, contó Thomsen.“En el revoleo, tiré las manos hacia arriba para sacármelo de encima, porque me estaba asfixiando”, relató, y aseguró que escuchó decir: “Llévenlo a la cocina que lo cagamos a palos”.“Un amigo me dijo que me quedara quieto porque estaba bordó. Me quedé insultando al boliche porque me sacaron”, dijo, antes de entrar de lleno en su versión de lo que ocurrió en la calle. “Fui con los chicos. Uno estaba sentado del otro lado y fui para ese lado. Miré para la derecha y vi que uno de mis amigos se estaba por meter en una ronda de gente desconocida. Salí detrás de él. Me pegaron una piña en la cara. Reaccioné tirando patadas. No sé a quién, no sé a dónde. Pero nunca con intención de matar nadie. Lo único, me metí a pelear porque era una persona contra muchos. Vi una ronda con mucha gente”, sostuvo.Luego, continuó: “Siento que alguien me puso la mano en el pecho, era un amigo [Tomás Colazo], me dijo “basta”. Me di vuelta y me fui, me sigo yendo. Uno de los chicos dice que terminó mal. Yo digo: ´¿Cómo?, si fueron segundos…´”, aseguró Thomsen.Los acusados del crimen de Fernando Báez SosaCaptura Con respecto a lo que el grupo hizo después de la agresión a Fernando, afirmó: “Mi idea principal siempre es comer después del boliche. Después del boliche me fui a dormir porque para mí fue una pelea, un abrir y cerrar de ojos. Me levantaron diciendo que estaba la policía afuera”.“Salí tercero y se escucha ´son ellos, tírense al piso´. Nos preguntaron si salimos, si nos habíamos peleado. ´Sí´, dijimos. A nosotros, en un principio, a las 15, nos dicen: ´¿saben por qué están acá?´ ustedes mataron a un pibe´. Empecé a vomitar. No lo podía procesar, mi cabeza no lo entendía”, dijo sobre lo que ocurrió luego de la detención.“¿Dentro del local te pegaron, alguien que no sean los patovicas?”, le preguntó el fiscal Gustavo García. “No”, contestó.Le mostraron el video en el que se vio cuando lo sacaron de la pista de Le Brique. “Voy a responder siempre y cuando se pregunte sobre mí. Si es sobre otro [acusado] voy a decir que no. Estaba caminando con alguien [cuando su amigo al que nombra se pelea]”, explica.Luego, volvió a explicar qué ocurrió cuando lo sacaron del boliche. “Miré al costado y vi un grupo grande de chicos, como que se iban a enfrentar. Miré de costado. Cuando llego a la ronda de chicos siento un golpe en la cara”, dijo.Ante la pregunta de quién es el que se ve golpeando en un video, dijo: “No voy a responder sobre otra persona. Yo no soy. Veo una pelea”. Esa fue la respuesta de Thomsen cada vez que le pidieron identificar a quienes golpeaban a Fernando.Peritaje de las zapatillas de Máximo Thomsen, uno de los acusados de matar a Fernando Báez Sosa“¿Recordás a la persona caída?”, le preguntó el fiscal García. “Hoy en día, por todo lo que deduje, es la víctima”, contestó.“¿Qué hizo usted?”, le preguntó García. “Cuando entré en la ronda recibí el golpe, pegué una patada o dos, no sé a quién ni cómo”, dijo Thomsen.“¿Le pegó patadas a esa persona que está en el suelo?”, fue la repregunta. “No sé. No recuerdo. Me acuerdo que entré [en la ronda] pegando. Entré en shock por todo lo que había pasado”, aseguró Thomsen, mientras se continuaba proyectando el video del ataque a Fernando.“Se ve un movimiento de patear, pero no hay nadie delante suyo ¿esa persona estaba acostada?”, le preguntó entonces el fiscal Juan Manuel Dávila. “Quizá, arrodillada”, contestó Thomsen.“Mire, ¿una sola patada?”, insistió el fiscal.“Quizá una, quizá dos, pero no recuerdo. No tengo muchos recuerdos de ese momento”, contestó.Sobre cómo terminó el ataque a Fernando, dijo: “Yo me estaba yendo porque vi que nadie me iba a agredir y me fui”.Tras el relato de lo ocurrido durante la agresión a Fernando Báez Sosa, le mostraron a Thomsen fotografías de la casa que alquilaban proyectadas en una pantalla de TV.Al preguntarle quién dormía en cada habitación, solo contestaba: “Yo no dormía ahí”.Luego, le mostraron fotos de una zapatilla. “No es mía”, contestó. Lo mismo ocurrió cuando le exhibieron imágenes de prendas de vestir.“¿Esa camisa la usaba Blas Cinalli?”, le preguntó el fiscal García. “No es mía”, dijo y repitió al ser consultado por esa prenda y otras.No obstante, sí reconoció las zapatillas negras con suela blanca, que según los peritajes dejaron una huella en el rostro de la víctima.“¿Advirtió si la persona [la víctima] tenía alguna reacción?”, le preguntó el fiscal Dávila. “En ese momento miré hacia arriba”, respondió.El fiscal volvió entonces a pasar el video, donde se lo ve golpeando a Fernando. Thomsen entonces contestó que miraba hacia donde estaban los locales.A los 45 minutos de declarar, el fiscal Dávila le preguntó: “¿En los videos se ve reflejado alguien que le haya pegado a usted?”. Thomsen contestó: “No lo advertí”.LA NACIONTemasFernando Báez SosaDoloresConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Fernando Báez SosaCaso Báez Sosa. Burlando, tras la declaración de Máximo Thomsen: “Es la peor estrategia que vi”Juicio en Dolores. Máximo Thomsen lloró al declarar: “Quiero pedir disculpas, es algo que nunca hubiese buscado””Es el único”. Juicio por el crimen de Fernando: el dato sobre Guarino que lo diferencia de Milanesi y los ocho acusados