La misteriosa arqueología de la Amazonia brasileña emerge de los ríos en medio de una sequía histórica

La grave sequía que padece la Amazonia brasileña, con los ríos con el caudal más bajo de los últimos 121 años, provoca un daño ambiental y social incalculable, pero simultáneamente ha sacado a la luz importantes restos arqueológicos. Al menos cuatro yacimientos eran desconocidos hasta la fecha. En los alrededores de Manaos, en la Ponta das Lajes, la bajada del nivel del río Negro ha dejado al descubierto numerosos grabados en la roca en forma de rostros humanos, algo poco común en la región amazónica, donde son más frecuentes los dibujos geométricos o de animales. Algunas de estas caretas, como las llaman los vecinos de la zona, ya se conocían desde la última gran sequía, en 2010, pero ahora, con el río más seco que nunca, pueden verse muchas más, según explica por teléfono el arqueólogo Jaime Oliveira, que trabaja para el Gobierno. Datarlas es muy difícil, porque no hay restos de pigmentos que puedan ser analizados, pero se calcula que rondan los 2.000 años de antigüedad y fueron realizadas por los pueblos nativos de la región.Seguir leyendo

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