Richarlison: de las antiguas provocaciones a la Argentina a la ayuda psicológica tras tocar fondo

CompartirEscucharCon el nuevo ciclo de Dorival en la dirección técnica, el seleccionado de Brasil vuelve a contar después de 10 años con la asistencia de un profesional de la psicología para el plantel. La incorporación de Marisa Santiago fue especialmente celebrada por Richarlison, que en su momento recurrió a la ayuda terapéutica para superar momentos complejos. “Me salvó la vida”, sorprendió al revelar su experiencia personal, y se refirió a la necesidad de una cobertura colectiva: “Es importante que la selección tenga un psicólogo que atienda a los jugadores. Solo nosotros sabemos la presión a la que estamos sometidos; no solo en el campo, sino también afuera”.Richarlison, compañero desde hace un par de temporadas de Cristian Romero y Giovani Lo Celso en Tottenham, atravesó por una crisis personal tras el Mundial de Qatar. En la cita asiática, el delantero era uno de los encargados de las coreografías de los festejos. Hacía el baile de la “cacatúa”, con los brazos en jarra, imitando los movimientos del ave. Durante la goleada ante Corea del Sur por los octavos de final, Richarlison y el resto de los jugadores lo hicieron participar al entrenador Tite de una danza que algunos interpretaron como una provocación. El exfutbolista Roy Keane, comentarista de la TV británica durante el Mundial, fue uno de los censores: “Creo que bailar así cada vez que haces un gol es una falta de respeto. Incluso el entrenador está en el medio. No me gusta”.Un pasaje del video de la entrevista con Richarlison Después, en cuartos de final, Brasil fue eliminado por Croacia en una definición por penales. Una decepción que cada uno procesó a su manera. En el caso de Richarlison, la crisis fue aguda, de acuerdo con lo expresado en una entrevista con la filial británica de ESPN: “Después del Mundial iba a entrenarme y enseguida quería volver a casa, a mi habitación. No sé qué me pasaba por la cabeza. Incluso le dije a mi padre que iba a dejar el fútbol. Solo yo sé lo que pasé después del Mundial, y también se descubrieron cosas de personas que vivieron conmigo durante más de siete años. Se sumó un problema personal en mi casa. Pasé por un momento turbulento en los últimos cinco meses. Ahora las cosas están bien en casa. La gente que sólo tenía un ojo puesto en mi dinero se alejó de mí. Fue una locura. Sufrí muchos ataques después de la Copa del Mundo. Fui a ver a mi padre, que era quien había perseguido mi sueño de jugar al fútbol conmigo, y le dije: ‘Papá, me quiero rendir’’.Richarlison, durante el Mundial de Qatar, haciendo el baile de la “cacatúa” con el director técnico TiteEn el Mundial, Richarlison disputó cuatro cotejos (tres de titular y uno ingresando desde el banco). Marcó tres goles, dos a Serbia y uno a Corea del Sur. Su relato continuó entre sollozos, compungido: “Acababa de jugar un Mundial, estaba en mi mejor momento, pero estaba llegando a mi límite. Estaba con depresión, con ganas de rendirme. Yo, que parecía mentalmente fuerte, después del Mundial parecía como si todo se viniera abajo”.Metido en un callejón mental, Richarlison empezó a encontrar la salida: “El psicólogo me salvó la vida, porque solo pensaba en basura. En Google solo buscaba cosas malas, sobre la muerte… Y hoy puedo decir: busca un psicólogo, es muy importante. Hay gente en mi familia que pensaba que cuando uno va al psicólogo es porque está loco, pero he descubierto que es maravilloso, lo mejor que hay en la vida. Es bueno abrirse y hablar. Sabemos los prejuicios que tiene la gente cuando se dice que está buscando ayuda psicológica. Gracias a Dios ya no los tengo”.Richarlison, en un pasaje de la entrevista con ESPNCaptura de pantallaUn mes antes del Mundial, Richarlison causó impacto cuando rompió en llanto al salir apoyado en muletas durante un partido de Tottenham. Luego los estudios revelaron que la lesión muscular no tenía la gravedad que se temía en un principio.Formado en las divisiones inferiores de Atlético Mineiro, desde 2017 juega en la Premier League, con un desembarco en Watford, un posterior paso muy productivo durante cuatro temporadas en Everton y la transferencia a Tottenham en 58 millones de euros. En los recientes amistosos de Brasil ante Inglaterra (triunfo por 1-0) y España (3-3), Richarlison fue suplente, sin ingresar.Con 26 años, antes de recurrir a terapia, su personalidad extrovertida lo llevó a varios cruces en redes sociales con jugadores del seleccionado argentino, entre provocaciones y chicanas. Como integrante del seleccionado olímpico que obtuvo la medalla dorada en Tokio 2020, Richarlison se burló de la eliminación de la Argentina en la etapa de grupos: “Chau hermanitos”, “se busca clásico en Sudamérica”, fue el mensaje que escribió. En su momento le respondió Rodrigo De Paul, en defensa del equipo que dirigió Fernando Batista.Richarlison recibe el abrazo de “Cuti” Romero, su compañero en TottenhamClive Brunskill – Getty Images EuropeMeses antes del Mundial, Richarlison dijo que prefería jugar la final con Alemania y descartó a la Argentina con este argumento: “Sabemos que el fútbol argentino es medio tramposo… Cuando van ganando el partido, sabemos cómo son… ¿no?”. Su único límite fue Lionel Messi, a quien dejó al margen de sus chanzas: “Messi es el mejor del mundo, merecía ganar la Copa América”.LA NACIONSeguí leyendo”Me encantó Argentina”. Enfrentó el Apartheid, no quiso vender a los All Blacks, ganó un Mundial de rugby y hoy es cirujano”Ya sé lo que pasó”. Sergio Vigil, del enojo al abrazo y una nota imperdible cuando las Leonas sorprendieron al mundo”De otro planeta”. 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